El papa Francisco pidió ayuda este jueves a la oficina de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) para evitar «el derroche de alimentos y de agua» en el mundo, al tiempo que saludó la elección del nuevo director general del organismo, el chino Qu Dongyu.
«Uno de los medios que está a nuestro alcance es la reducción del derroche de alimentos y de agua», planteó al recibir en el Vaticano a los asistentes a la 41 sesión de la FAO que culminó en Roma y a quienes instó a sumarse a la lucha por el «hambre cero» en el mundo.
La educación y la sensibilización social «es una inversión tanto a corto como a largo plazo; pues las nuevas generaciones pasarán este testigo a las futuras, sabiendo que este drama social no puede ser tolerado por más tiempo», agregó el Papa en el discurso pronunciado en la Sala Regia del Vaticano.
«Es evidente la conexión entre la fragilidad ambiental, la inseguridad alimentaria y los movimientos migratorios», analizó luego el pontífice y denunció que «el aumento del número de refugiados en el mundo durante los últimos años nos ha demostrado que el problema de un país es el problema de toda la familia humana».
«Para ello se necesita promover un desarrollo agrícola en las regiones más vulnerables, fortaleciendo la resiliencia y la sostenibilidad del territorio», apuntó.
El pontífice sostuvo que «esto solo se logrará, por una parte, invirtiendo y desarrollando tecnologías, y por otra, ideando políticas innovadoras y solidarias para el desarrollo».