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Trump y Xi llegan a Japón para un G20 marcado por la guerra comercial entre EE,UU. y China


Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de China, Xi Jinping, llegaron hoy a Japón para asistir a la cumbre del G20 y reunirse al margen del encuentro a fin de hacer un nuevo intento de frenar su guerra comercial antes de que Washington cumpla su amenaza de extender sus aranceles a todas las importaciones del gigante asiático.

La visita de Trump a la ciudad de Osaka, donde aterrizó hoy bajo la lluvia media hora después de Xi, llega con varios frentes abiertos en su política exterior, incluidas las crecientes tensiones con Irán y el estancamiento de su estrategia en Venezuela.

Pero en la ciudad japonesa, todas las miradas están puestas en el encuentro que mantendrá con Xi el sábado, un mes y medio después de que Trump hiciera trizas la tregua en la guerra comercial al subir al 25 % los aranceles a importaciones chinas valoradas en 200.000 millones de dólares.

Antes de despegar hacia Japón, Trump confirmó que si no llega a un acuerdo con Xi recrudecerá los aranceles a China, pero confundió a los mercados al estimar el valor de los próximos productos afectados en 600.000 millones de dólares, una cifra que supera con creces el total de las importaciones chinas anuales a Estados Unidos.

Sin embargo, tanto Washington como Beijing dieron señales de optimismo: el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, dijo ayer que las negociaciones estaban «al 90 %» para cerrar un acuerdo, y el viceministro de Comercio chino, Wang Shouwen, mencionó el lunes la necesidad de hacer «concesiones».

El diario independiente hongkonés South China Morning Post, citado por la agencia de noticias EFE, aseguró hoy que ambos países planean anunciar una tregua que frenará la imposición de los nuevos aranceles estadounidenses.

La otra reunión clave de Trump será la que mantendrá con su par ruso Vladimir Putin, al que verá por primera vez desde su polémica cumbre de hace casi un año en Helsinki, en la que el mandatario norteamericano puso en duda las conclusiones de sus propias agencias de inteligencia sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016.

Esta vez, la sospecha de una posible conspiración entre Trump y Rusia para llegar al poder no planeará ya sobre la reunión. El fiscal especial que investigaba el tema en Estados Unidos, Robert Mueller, terminó en marzo su pesquisa y descartó esa posibilidad.

Eso podría aportar «un tono de celebración» a la reunión con Putin, quien siempre negó cualquier interferencia en el proceso electoral.

Se espera que ambos gobernantes hablen tanto de la drástica escalada en las tensiones entre Estados Unidos e Irán como de la crisis política en Venezuela.

La agenda de bilaterales de Trump incluye también al príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salman; el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan; la canciller alemana, Angela Merkel; y los primeros ministros de la India, Narendra Modi; Japón, Shinzo Abe; y Australia, Scott Morrison, con el que cenará esta misma noche.