Regresando al fútbol de alta competencia como asesor técnico de la selección de Venezuela, Francisco Maturana se reencontrará con Argentina en la Copa América de Brasil 2019, con el eco, lejano, pero estruendoso, de una de las noches más oscuras de la selección albiceleste.
Imposible de borrar, la fecha está tatuada en la memoria de colombianos y argentinos: 5 de septiembre de 1993. Aquel día, en la última y decisiva jornada de las clasificatorias sudamericanas rumbo al Mundial de Estados Unidos 1994, la Colombia de Maturana aplastó 5-0 a la Argentina de Alfio Basile en el estadio Monumental. El resultado, impensable, condenó a los bicampeones mundiales a jugar el repechaje.
Pacho Maturana había construido un equipo magnífico que mareaba a sus rivales como dueño y señor del balón, aprovechando una generación repleta de figuras como Carlos Valderrama, Faustino Asprilla, Adolfo Valencia, Freddy Rincón o Leonel Álvarez. Ya había dado de qué hablar en la anterior Copa del Mundo: Italia 1990.
Argentina contaba, entre otras estrellas, con Gabriel Batistuta, Diego Simeone, Fernando Redondo y un Oscar Ruggeri que estaba luchando sus últimas batallas con la medalla de campeón en México 1986 colgada en el pecho.
Goles de Rincón (41 y 72), Asprilla (49 y 74) y el Tren Valencia (86) sentenciaron el triunfo ante 53.000 espectadores en el Monumental, con un fútbol avasallante conducido por un imperial Pibe Valderrama con su enorme afro oxigenado.
El próximo viernes, en los cuartos de final de la Copa América 2019, la Venezuela de Rafael Dudamel, con Pacho Maturana como consejero, se cruzará en el Maracaná en el camino de la Argentina de Lionel Scaloni y el cinco veces ganador del Balón de Oro Lionel Messi.
El valor de la experiencia
Son precisamente por noches como aquella que Dudamel decidió contar con Maturana a sus 70 años, aunque tuviese un buen tiempo alejado del fútbol de élite.
«Posee mucho conocimiento tanto dentro como fuera de las canchas y una experiencia fundamental para reforzar el camino» al Mundial de Qatar 2022, indicó el comunicado con el cual la oficina de prensa de la Vinotinto anunciaba su incorporación a principios de mes.
Maturana, como seleccionador de Colombia, marcó un antes y un después, dirigiendo a los cafeteros en Italia 1990 y Estados Unidos 1994 y ganando en casa la Copa América de 2001.
Su palmarés, con clubes, incluye la Copa Libertadores 1989 con Atlético Nacional de Medellín.
Las clasificatorias comenzarán el próximo año, en las que Venezuela sueña con meterse de una vez por todas en su primer Mundial. Como preámbulo ha competido en la Copa del Mundo en las categorías Sub 17 y Sub 20.
«Es importantísima su incorporación», decía hace unos días, a la llegada de la Vinotinto a Brasil, el arquero Wuilker Faríñez, uno de los jóvenes emergentes que alcanzó un histórico subcampeonato con Venezuela en el Mundial Sub 20 de Corea del Sur-2017.
Faríñez ni siquiera había nacido en aquella noche del 5-0, pero el eco de los días de gloria de Maturana sigue retumbando. Aún atormenta a muchos en Argentina.