Un policía bonaerense mató este viernes de un tiro en la cabeza a un médico presuntamente al confundirlo con un ladrón, cuando acudió a una vivienda de la localidad bonaerense de Burzaco ante la denuncia de una «entradera» que se había producido poco antes, informaron fuentes de la fuerza y judiciales.
A raíz del hecho, el efectivo quedó detenido y fue desafectado de la Policía Bonaerense por decisión la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad provincial.
El episodio ocurrió alrededor de las 0.45 en una casa situada en Arenales 140 de la mencionada localidad del partido de Almirante Brown, en el sur del conurbano, donde vivía el médico homéopata Ricardo Raúl Tassara (64), detallaron los voceros.
Hasta allí llegaron efectivos de la seccional local alertados por un llamado al 911 de un vecino que había visto personas en el techo y que aseguró que en ese domicilio había delincuentes que ingresaron a robar. Al arribar, los policías encontraron en el frente de la casa un automóvil marca Volkswagen Gol Trend con la llave de encendido puesta y la puerta de la vivienda abierta.
Al parecer, en ese momento, mientras intentaba llamar al 911, el médico dueño de casa se asomó a la puerta portando una pistola porque creyó que habían regresado los delincuentes y fue entonces que uno de los policías le disparó porque no bajó el arma cuando se lo ordenó y le dio la voz de alto, indicaron las fuentes.
Por tal motivo, siempre de acuerdo a lo informado por los voceros, uno de los oficiales, identificado como Horacio Elías Godoy, efectuó un disparo que impactó en la cabeza del médico y le causó la muerte.
Poco después, se acercó al lugar Silvia, la pareja del médico, quien dijo a los policías que de acuerdo con lo que le había contado Tassara poco antes por teléfono, cuando ingresó en su casa descubrió que había una o dos personas dentro de su propiedad. Según la mujer, el médico le aseguró que había golpeado con un arma a uno de los ladrones y que de esa forma había logrado poner en fuga a los dos.
Esto se confirma en un audio de Whatsapp y en el que el médico le dice a su mujer: «Sí, estaban adentro de casa. Lo agarré a uno, lo cagué a cañazos. Bueno, menos mal que vine rápido. Mirá cómo quedó el fierro«, mientras le adjunta una foto del arma con sangre.
Por orden del fiscal número 8 de Lomas de Zamora, Alejandro Allieno, el oficial que mató al médico fue aprehendido y se dio intervención a personal de Gendarmería Nacional para que realice los peritajes de rigor, mientras que esta tarde se realizaba la autopsia en la morgue de Lomas de Zamora.
Simultáneamente, los efectivos realizaron un operativo por zonas cercanas y atraparon a uno de los sospechosos del asalto.
Según dijeron fuentes judiciales, la secuencia clave que se intenta determinar ahora es si el médico se asomó a la puerta creyendo que los ladrones habían regresado y por eso no bajó el arma y cuál fue la actuación del policía ante esa circunstancia.
«Yo escuché el tiro y el sonido de las sirenas, nada más. Pensé que era una persecución», dijo a la prensa una vecina de la cuadra que contó que delincuentes también habían subido a su casa dos veces por la terraza y caminaban por los techos.
Tras el hecho, en la casa del médico se halló una pistola Bersa calibre 22 largo, que llevaba al momento de ser baleado por el policía; un pistolón, dos revólveres calibre 38 y 357, tres escopetas (una doble caño y las otras calibres 16), un rifle y un arma de aire comprimido de los que según sus familiares tenía todos los papeles.
En tanto, por disposición de la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense, el oficial Godoy fue desafectado de la fuerza mientras que también se investiga el accionar de otros dos efectivos que lo acompañaban en el móvil que llegó a la casa.