Decisión polémica en Oregon, Estados Unidos: las autoridades sacrificarán a un joven oso negro después de que este se acostumbrara al contacto con humanos. Todo se debe, afirman, a que los visitantes le dan comida.
El animal, según apuntaron funcionarios, había aparecido varias veces en las inmediaciones de un embarcadero para botes atraído por la comida que le ofrecían los visitantes, algunos de los cuales incluso se tomaban fotos con él, causando preocupación entre las autoridades locales.
Los expertos tomaron la decisión de abatir al oso explicando que su acostumbramiento a los humanos hacía más difícil su reubicación, ya que existían más posibilidades de que tuviera «interacciones peligrosas» con personas en el futuro.
«Este es un ejemplo clásico de por qué imploramos a la población que no alimente a los osos», declaró Kurt Licence, biólogo del departamento. «Si bien las personas que pusieron comida para este oso pudieron haber tenido buenas intenciones, los osos nunca deben ser alimentados», afirmó, según publicó el portal RT.