Naciones Unidas denunció hoy que el triple atentado suicida perpetrado en noreste Nigeria el domingo pasado por yihadistas, en el que murieron 30 personas y más de 40 resultaron heridas, fue cometido por tres menores, a los que se usó como «bombas humanas».
Según el representante del Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) en Nigeria, Peter Hawkins, diversas informaciones apuntan a que «tres niños, dos niñas y un niño (de edades desconocidas), fueron utilizados» en el atentado en Konduga, en el estado de Borno, donde nació y opera el grupo islamista local Boko Haram.
«Unicef condena el uso de niños como bombas humanas y en cualquier función de combate o no combate en el conflicto en el noreste de Nigeria», señaló Hawkins.
En este sentido, la agencia de la ONU llamó a «todas las partes en este terrible conflicto a proteger a los niños en todo momento y mantenerlos fuera de peligro».
Los niños suelen ser reclutados para realizar funciones de combate o de otro tipo, mientras que en el caso de las niñas, muchas son violadas y obligadas a casarse con los milicianos.
De acuerdo con la agencia de la ONU, más de 3.500 niños fueron reclutados y utilizados por grupos armados no estatales entre 2013 y 2017 en el noreste de Nigeria, donde opera el grupo yihadista Boko Haram y desde 2016 también su escisión, Estado Islámico en África Occidental.