Por Diego Carballido
En el centro de la plaza San Martín, a minutos de comenzar una nueva marcha por el 24 de marzo, una mujer tiene a sus espaldas una bandera que reza: ”Yo me pongo la camiseta”. Habla con todos los que se le acercan y les cuenta sobre su lucha. Se trata de Laura Ávalos, la mamá de Brandon Cardozo, el adolescente asesinado en la noche del 1 de enero de 2016 por los disparos del oficial Gómez, en una fiesta callejera en la zona de Centenario y Entre Ríos. El próximo 19 de abril se llevará a cabo la audiencia preliminar de la cual saldrá la fecha del juicio. «Pensamos que va a ser para antes de junio» cuenta Laura en diálogo Con la Gente.
A lo largo de estos dos años, Laura pasó de ser la mamá de un adolescente de barrio que jugaba al fútbol en la Liga Casildense, muy querido por sus compañeros, a tener que recorrer una y otra vez los pasillos de los tribunales, interiorizarse sobre fallos y leyes, y emprender una incansable batalla para obtener la tan ansiada justicia para su hijo. «Para mí, la sentencia justa sería la cadena perpetua. De todas maneras, a Brandon no me lo devuelven, pero quiero que Gómez siga detenido y no salga. No quiero verlo en la calle», comparte su deseo Laura y un atisbo de emoción se trasluce en sus palabras.
A lo largo de este tiempo, los vaivenes de la causa la obligaron más a emprender diferentes campañas para evitar que el principal acusado recupere la libertad, que a poder lamentarse por la pérdida de su hijo. «El detenido, en el mes de agosto del año pasado, pidió que se lo beneficie con el arresto domiciliario. Entonces, hice una campaña con mi familia, conocidos y muchos amigos de Brandon que me consideran como una madre para ellos, para que siga detenido. Salió bien, el juez no le otorgó la prisión domiciliaria porque encontró irregularidades en los papeles que presentó. Después, como el 5 de enero se cumplían dos años de la prisión preventiva, necesitaba una prórroga en la detención para que no llegue libre al juicio. Volví a organizar una campaña y el último día de diciembre, antes de la feria judicial, la fiscal mandó a la oficina de judiciales el oficio de acusación y el juez dictaminó su detención durante seis meses más”, relata Ávalos.
Durante el desarrollo del juicio va ser determinante en la sentencia cómo se considere la situación de Gómez al momento de ocurrido los hechos, porque si bien pertenecía a las fuerzas de seguridad, esa noche se encontraba de franco. Para Laura no caben dudas: «Él estaba en la fiesta de civil, pero con su arma reglamentaria. En el momento que se producen las corridas y las detonaciones de bombas de estruendo, sacó su arma y actuó como policía, efectuando disparos para dispersar a la gente y evitar que se agranden los disturbios”.