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Francisco pidió que no se use a los pobres «para alardear con obras y proyectos»


El papa Francisco afirmó hoy que los pobres «no son números a los que se pueda recurrir para alardear con obras y proyectos» y pidió «un cambio de mentalidad» frente a la pobreza.

«Por un día dejemos de lado las estadísticas; los pobres no son números a los que se pueda recurrir para alardear con obras y proyectos», reclamó el pontífice en su mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres que se celebrará el próximo 17 de noviembre con el lema «La esperanza de los pobres nunca se frustrará».

«Los pobres son personas a las que hay que ir a encontrar: son jóvenes y ancianos solos a los que se puede invitar a entrar en casa para compartir una comida; hombres, mujeres y niños que esperan una palabra amistosa», planteó Jorge Bergoglio en el texto divulgado este jueves por la Santa Sede.

El papa Francisco instituyó la Jornada Mundial dedicada a los pobres a fines de 2016, tras el Año de la Misericordia extraordinario que convocó en el Vaticano.

En ese marco, aseveró en el mensaje que «el compromiso de los cristianos, con ocasión de esta Jornada Mundial y sobre todo en la vida ordinaria de cada día, no consiste sólo en iniciativas de asistencia que, si bien son encomiables y necesarias, deben tender a incrementar en cada uno la plena atención que le es debida a cada persona que se encuentra en dificultad».

«Es necesario un cambio de mentalidad para redescubrir lo esencial y darle cuerpo y efectividad al anuncio del Reino de Dios», reclamó Bergoglio.

Durante el mensaje, Francisco lamentó que «quien oprime tenga una vida feliz mientras su comportamiento debería ser condenado precisamente ante el sufrimiento del pobre».

«La crisis económica no ha impedido a muchos grupos de personas un enriquecimiento que con frecuencia aparece aún más anómalo si vemos en las calles de nuestras ciudades el ingente número de pobres que carecen de lo necesario y que en ocasiones son además maltratados y explotados», aseguró.

Retomando otro de los ejes de su pontificado, Francisco aseguró además que «también hoy debemos nombrar las numerosas formas de nuevas esclavitudes a las que están sometidos millones de hombres, mujeres, jóvenes y niños».

«Todos los días nos encontramos con familias que se ven obligadas a abandonar su tierra para buscar formas de subsistencia en otros lugares; huérfanos que han perdido a sus padres o que han sido separados violentamente de ellos a causa de una brutal explotación; jóvenes en busca de una realización profesional a los que se les impide el acceso al trabajo a causa de políticas económicas miopes», denunció.

«¿Cómo olvidar, además, a los millones de inmigrantes víctimas de tantos intereses ocultos, tan a menudo instrumentalizados con fines políticos, a los que se les niega la solidaridad y la igualdad?», se preguntó.

«Con frecuencia vemos a los pobres en los vertederos recogiendo el producto del descarte y de lo superfluo, para encontrar algo que comer o con qué vestirse», lamentó.

En el mensaje, divulgado en conferencia de prensa por la Santa Sede, Francisco criticó que los pobres, «convertidos ellos mismos en parte de un vertedero humano son tratados como desperdicios, sin que exista ningún sentimiento de culpa por parte de aquellos que son cómplices en este escándalo».

«Considerados generalmente como parásitos de la sociedad, a los pobres no se les perdona ni siquiera su pobreza. Se está siempre alerta para juzgarlos», denunció.

«Se ha llegado hasta el punto de teorizar y realizar una arquitectura hostil para deshacerse de su presencia, incluso en las calles, últimos lugares de acogida», denunció por último.

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