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El Partido de los Trabajadores dijo que se comprobó la «persecución» contra Lula


El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil dio por comprobada la «persecución» contra el ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva y denunció que un complot en su contra configuró un «atentado a la democracia», con impacto decisivo en el resultado del último proceso electoral. También la ex presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, utilizó las redes sociales y manifestó: «La guerra mediática-judicial contra los lideres de la oposición en América Latina quedó al descubierto».

La fuerza política que llevó a Lula a la Presidencia de Brasil en 2003 emitió una enérgica reacción tras la filtración de conversaciones entre un fiscal brasileño y el juez y actual ministro de Justicia, Sergio Moro, que fueron publicadas en el sitio de investigación The Intercept Brasil,

Según ese sitio, las conversaciones privadas muestran que Moro sugirió al fiscal Deltan Dallagnol cambiar el orden de las fases de la operación Lava Jato y dio consejos y pistas a los fiscales encargados del caso, algo prohibido por ley.

«Cometieron crímenes contra la libertad de Lula, contra el derecho de defensa y el debido proceso legal y, principalmente, contra la soberanía del pueblo en el proceso electoral», sostuvo un comunicado del PT, que también llamó a su militantes a movilizarse en defensa del ex jefe de Estado.

Añadió que Moro, Dallagnol y «sus socios» actuaron de forma combinada para crear una «farsa judicial, forjando acusaciones con el objetivo político de impedir la victoria de Lula y del PT en las elecciones presidenciales» de 2018, las cuales fueron ganadas por Jair Bolsonaro.

Lula fue alojado en una prisión en abril de 2018, cuando ya había anticipado su voluntad de volver a presentarse como candidato a presidente y lideraba la gran mayoría de las encuestas conocidas.

Tras el inicio de la llamada operación Lava Jato, hace más de cinco años, el Ministerio Público Federal acusó a Lula de ser el «comandante máximo» de una trama corrupta y de recibir un apartamento en el balneario paulista de Guarujá a cambio de favores a la constructora OAS.

Con base en esa acusación, Moro condenó a Lula a nueve años y seis meses de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, pena que fue ratificada en segunda instancia, lo cual lo dejó fuera de la carrera electoral y le allanó el camino hacia el poder a Bolsonaro.

«Las revelaciones de la página The Intercept Brasil exponen la real dimensión de una trama criminal, en conversaciones que cubren de vergüenza el sistema judicial brasileño», apuntó el PT.

Además, las conversaciones filtradas «comprueban la parcialidad de Moro y su actuación como maestro de una denuncia manipulada desde el inicio», completó la fuerza política.

El ministro Sergio Moro y el Lava Jato quedaron en la mira tras filtraciones