El árbitro Martín Bustos no dio aviso a la Justicia bonaerense sobre su viaje a Rosario, pese a que tenía la obligación de hacerlo, antes de gestar un encuentro con un futbolista de 13 años, de las Inferiores de Newell´s, y ser detenido por la Policía.
Así lo revelaron fuentes judiciales a NA, que detallaron que Bustos, al igual que los otros implicados en el caso Independiente -que destapó los casos de abusos de futbolistas menores y que habían sido liberados en septiembre pasado-, debían solicitar permiso para alejarse a más de 200 kilómetros de la fiscalía de Avellaneda.
Por eso, la fiscal Soledad Garibaldi comenzó a sospechar cuando los pedidos de viaje de Bustos y el relacionista público Cohen Arazi se repetían. De hecho, ahora se encuentra bajo investigación una serie de apariciones del árbitro Bustos, presuntamente por trabajo, en la capital misionera de Posadas.
La sospecha, a partir de lo que ocurrió en Rosario, es que los implicados podrían haber repetido los actos realizados en Buenos Aires en otros lugares de la Argentina. Lo cierto es que, el sábado pasado, la justicia de Lomas de Zamora aceptó el pedido de prisión preventiva solicitado por la fiscal Garibaldi.
Por su parte, el juez de Rosraio Ismael Manfrín dictaminó el sábado 90 días de prisión preventiva para Bustos, que se negó a declarar por la acusación de grooming, delito de acosar a través de redes sociales y que tiene penas de seis meses a cuatro años de cárcel. Bustos fue detenido el jueves por la noche luego de haber sido denunciado por el club rosarino por contactar a un jugador de las divisiones inferiores a quien, además, le pidió que hiciera de nexo para llegar a otros jugadores.
Según contó Sebastián Carranza, vocero de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos Sexuales de Rosario, Bustos habría intercambiado varios mensajes con el menor, en los que se hacía pasar por masajista para concretar el encuentro en un departamento. Bustos usaba su nombre de pila pero no su apellido y aunque nunca llegó a tener contacto personal con el menor, al joven le resultaron sospechosos los mensajes y el último miércoles decidió contárselo al psicólogo del club, que de inmediato hizo la denuncia en la fiscalía a cargo de Carla Cerliani.
Los voceros señalaron que se le atribuye «el delito de haber contactado telefónicamente a un menor de edad de 14 años usando el servicio de WhatsApp», a la vez que se presentó «con nombre falso» ya que dijo que se llamaba «Martín Lucero» y que era «masajista deportivo». Bustos fue detenido en marzo de 2018 acusado de formar parte de una banda que promovía el abuso de menores, donde él captaba chicos en las redes sociales, principalmente del club Independiente.
En septiembre pasado, quedó liberado luego que la Sala I de Lomas de Zamora cambió la carátula de «abuso sexual de menores» a «promoción a la corrupción de menores». La Sala I entendió que existió consentimiento por parte de los jóvenes y como la pena mínima para esa clase de delito es de tres años ordenó la excarcelación.
La Justicia se dispone a elevar el expediente a juicio oral con quince casos probados y seis personas procesadas, entre ellos Bustos. Además, están involucrados el relacionista público Leonardo Cohen Arazi, mencionado por uno de los jóvenes; el representante de jugadores, Alberto Ponte; el administrador de consorcios, Alberto Dal Cin, acusado por una víctima; el organizador de torneos amateurs, Juan Díaz Vallone, también mencionado por un joven, y el empleado de comercio Silvio Fleytas, en la mira por reclutar y abusar de los futbolistas.