Veteranos que contribuyeron a liberar Europa del yugo nazi fueron homenajeados este miércoles entre lágrimas y recuerdos en el 75º aniversario del desembarco de Normandía. El acto en Portsmouth contó con la presencia del presidente Donald Trump, la reina Isabel y otros jefes de Estado y gobierno.
«La generación de la guerra, la mía, es resistente y estoy encantada de estar hoy con ustedes en Portsmouth», afirmó Isabel II, de 93 años, agradeciendo «el heroísmo, el valor y el sacrificio de quienes perdieron sus vidas» para defender «la causa de la libertad».
Donald Trump leyó extractos de la oración que el presidente estadounidense Franklin Roosevelt transmitió por radio antes de los desembarcos: «Dios Todopoderoso, nuestros hijos, orgullo de nuestra nación, este día ha puesto en marcha un gran esfuerzo. Una lucha para preservar nuestra república, nuestra religión y nuestra civilización, y para liberar a la humanidad de su sufrimiento.»
El acto se celebró en la misma playa del sur de Inglaterra donde 75 años antes una marea de soldados en uniforme esperaban para cruzar el canal de la Mancha con destino a las costas normandas, en el norte de Francia, para el desembarco aliado del Día D, el 6 de junio de 1944, clave en la liberación de Europa del nazismo.
I’m delighted that the 16 countries represented at D-Day commemorations in Portsmouth have today agreed a historic Proclamation affirming our shared responsibility to ensure the horror of the Second World War is never repeated.#DDay75 pic.twitter.com/Sd2mQczehm
— Theresa May (@theresa_may) June 5, 2019
De los más de 150.000 soldados que ese día pisaron suelo francés, más de 10.000 murieron, resultaron heridos o desaparecieron. Muchos no imaginaban que su heroica acción cambiaría el curso de la historia.
«Tenía 18 años y esperaba algo así como una gran aventura, aunque sí, sabía que estaba pasando algo enorme», dijo el piloto británico Gregory Hayward, de 93 años. «Es agradable poder hablar con otra gente que estuvo allí el Día D, si no hablamos de ello lo vamos a olvidar y hay que conservar la memoria», dijo Thiery Cordish, de 96 años, otro de los 300 veteranos que asistieron al homenaje en Portsmouth.
Allí recibieron una calurosa ovación de los mandatarios de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Canadá, Australia, Bélgica, República Checa, Grecia, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Polonia, Eslovaquia, Dinamarca y Nueva Zelanda. Y también Alemania.
«Que hoy pueda participar como canciller alemana y que defendamos conjuntamente la paz y la libertad es un regalo de la historia que tenemos que proteger y apreciar», dijo tras la ceremonia Angela Merkel.