El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, anunció este miércoles que la provincia comenzará a pagar a los trabajadores de la administración central, policías y docentes el incremento de 18% (en dos tramos) ofrecido en la negociación paritaria. Igualmente, aclaró que las discusiones no están cerradas y que el diálogo se mantiene abierto con todos los gremios.
Lifschitz hizo el anuncio en una conferencia de prensa que brindó en su despacho de Casa de Gobierno y en la que estuvo acompañado por los ministros de Gobierno y Reforma del Estado, Pablo Farías; de Economía, Gonzalo Saglione; de Educación, Claudia Balagué; y de Trabajo y Seguridad Social, Julio Genesini.
El gobernador repasó cómo se desarrollaron las negociaciones con los sindicatos, así como también el contexto general de otros sectores de trabajadores santafesinos y de otras provincias del país.
Inicialmente recordó que las discusiones paritarias comenzaron a mediados de febrero y que, «tomando como referencia el mes de diciembre pasado, primero se ofreció un aumento del 16% en tres tramos y, tras el rechazo y nuevas reuniones, se ofertó un 18% en dos tramos de 9% (en marzo y agosto) más la cláusula gatillo, y aclaramos que era el máximo esfuerzo que la provincia podía hacer. Así lo conversamos previamente con los dirigentes gremiales y la propuesta contó con el visto bueno de los dirigentes que estaban sentados a la mesa».
Posteriormente explicó que «visto que hubo una aprobación de la propuesta del gremio que representa de manera mayoritaria a la administración central, estamos obligados a reconocer a partir de ahora el incremento, tal como fue propuesto para toda la administración central de la provincia. Tenemos la obligación de poner en práctica el acuerdo paritario», dijo, y agregó que «de manera automática esto se extiende a la Policía, que no tiene paritarias».
Lifschitz comunicó que «hemos tomado la decisión de que también los docentes cobren el incremento en la misma forma que lo hará el resto de los trabajadores públicos», tras lo cual dejó en claro que la paritaria se mantiene abierta: «No la estamos cerrando, vamos a mantener el diálogo con los dirigentes gremiales de todos los sectores».
El gobernador explicó que la decisión de llevar adelante esta medida por decreto se debe a que «es la única manera que tiene el gobernador de disponer los fondos para poder aplicarlos, en este caso, al pago de los incrementos salariales. Esto de ninguna manera -insistió- representa cerrar la paritaria ni es un gesto autoritario. Simplemente es una decisión política frente al escenario que tenemos planteado, en el cual un sector de los gremios públicos ha aprobado la propuesta y otro no lo ha hecho. No queremos discriminar ni dejar en inferioridad de condiciones a aquellos trabajadores que, por alguna circunstancia, hasta ahora, las organizaciones gremiales que los representan no han decidido convalidar la propuesta oficial».
“Esta es nuestra posición», afirmó. «No va a haber otra propuesta salarial que la que ya hemos formulado porque, lo dijimos claramente, era la máxima propuesta que podíamos hacer, pero vamos a mantener el diálogo permanentemente y así como decimos que se van a descontar los días de paro de aquí en adelante, también decimos que, como ha ocurrido en otras oportunidades, la facultad de producir los descuentos de sueldo en relación a los días de paro también es materia de conversación en el marco de las discusiones paritarias, que siguen abiertas. Pero es nuestra decisión que todos los trabajadores públicos puedan cobrar el incremento sin ningún tipo de distinciones”.
Lifschitz explicó que el 18% de incremento salarial ofrecido «era nuestra máxima posibilidad, no solamente porque es lo que responsablemente podemos garantizar, sino porque no podemos salir del contexto general; no podemos dejar de ver lo que ocurre afuera del ámbito del sector público: qué pasa con el sector privado, con los desocupados, con los trabajadores precarizados, con la mayoría de los trabajadores que lograron acuerdos por debajo del 15% y cuál es el escenario social en el que estamos inmersos, porque Santa Fe no es una isla. Aún así, nuestra oferta es la mejor de la Argentina», destacó.
El gobernador expresó que «el contexto general nos marcó que casi nadie superaba el 15%, que era la pauta que había fijado el gobierno nacional tanto en el sector privado como público, y muchas provincias terminaron arreglando por esos montos, en general hasta en tres tramos, y en algunos casos con porcentajes menores; y en otras provincias ni siquiera se convocó a paritarias sino que se hizo de manera arbitraria y unilateral por parte de los gobiernos. Otro tanto ocurre en el sector privado, donde los acuerdos celebrados están por debajo del 15%».
«Nosotros desde el principio nos diferenciamos, primero porque defendemos las negociaciones colectivas de trabajo y porque dijimos que no había piso ni techo e íbamos a buscar las mejores opciones», y mencionó la cláusula gatillo que «fue Santa Fe la única provincia que la aplicó de manera automática el año pasado y la única que la mantiene vigente. Esto es una garantía para el trabajador de que su salario va a perder contra la inflación», finalizó.