Durante el partido amistoso ganado el martes por Francia ante Rusia (3-1) en San Petersburgo se escucharon gritos de mono y el país anfitrión del próximo Mundial (14 junio-15 julio) vuelve a ver cómo la sombra del racismo amenaza con empañar su gran fiesta futbolística.
«¿Soy yo o se están escuchando gritos de mono cuando Pogba toca el balón?»: varios usuarios franceses de Twitter coincidían en sus comentarios en el minuto 73 del partido.
Las onomatopeyas características se escuchaban con claridad durante la retransmisión del partido por la televisión TF1.
Además de Pogba, el atacante francés Ousmane Dembélé fue objetivo de los gritos de mono en el momento de lanzar dos saques de esquina, constató un fotógrafo de la AFP durante el partido.
El estadio de San Petersburgo había sido ya el escenario de un «comportamiento racista», según la terminología de la UEFA, durante un partido de la Europa League entre el Zenit y el RB Leipzig alemán el 15 de marzo. El caso debe ser todavía estudiado por la instancia disciplinaria de la confederación europea, el 31 de mayo.
«El racismo no tiene su sitio en los terrenos de fútbol.
Debemos actuar de manera concertada en un plano europeo e internacional, para hacer que paren esos comportamientos inadmisibles», declaró el miércoles la ministra de Deportes francesa, Laura Flessel, en su cuenta de Twitter.
La RFU estudiará el video
Los jugadores afectados no emitieron reacciones después del partido, ni ante los periodistas ni en las redes sociales, mientras que el responsable de prensa de la selección de Francia, Philippe Tournon, explicó a la AFP «no haber escuchado nada desde el banquillo, ni luego entre los jugadores en los vestuarios».
Presente el martes en la grada de San Petersburgo, Ronan Evain, presidente de la red europea de hinchas Football Supporters Europe (FSE), no escuchó tampoco los gritos de mono, «igual que otros observadores».
«Parece que fue un incidente relativamente aislado», explicó a la AFP. «Cuando son 200 personas en un estadio, entonces ya es más fácil de identificar», subrayó.
Los responsables de la Federación Rusa de Fútbol (RFU) señalaron que «no habían escuchado o grabado nada de ese tipo», explicó el responsable del departamento de Seguridad, Alexei Tolkachiov, preguntado por Sport Express.
«Si esta información se confirma, vamos por supuesto a estudiar el vídeo y todo lo que pasó alrededor del partido, y facilitaremos luego nuestra evaluación», añadió otro responsable.
El asunto es ya problemático para la RFU, que se ha propuesto que el racismo no empañe su gran fiesta futbolística.
Un concepto diferente
«Las manifestaciones políticas y los gritos de mono están claramente a la baja en las gradas, aunque haya todavía algunos incidentes en las dos últimas temporadas», señala Ronan Evain, que es además especialista en hooliganismo ruso.
«Los clubes abanderan un mensaje contra el racismo y las autoridades rusas ejercen una presión fuerte sobre los líderes de grupos de aficionados y sobre esos grupos para que todo vaya lo mejor posible» en el Mundial, añadió.
La Federación Rusa de Fútbol nombró al exinternacional Alexei Smertin como inspector encargado de cuestiones de racismo y de discriminación en el fútbol, el pasado mes de junio.
«Rusia es un país multiétnico y multiconfesional, con pueblos diferentes que cohabitan desde hace siglos. Estoy convencido de que ningún incidente relacionado con el racismo tendrá lugar aquí», explicaba a la AFP cuando fue nombrado.
«No se cambia a la sociedad únicamente convenciendo a los aficionados de que no hagan gritos de mono», subraya Ronan Evain, para quien «la población rusa tiene un concepto del racismo muy diferente» al de otros países de Europa.
En las gradas del amistoso del martes en San Petersburgo vio incluso «una curiosidad bastante intrusiva de los rusos con las personas de color, tomando selfies, por ejemplo».
Para Ronan Evain esto puede ser «un problema en las ciudades pequeñas» durante el Mundial con los «hinchas de selecciones africanas, de Oriente Medio o de Latinoamérica», ya que allí «no tienen necesariamente la costumbre de recibir a turistas».