El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, propuso nombrar a un activista evangélico como futuro miembro de la Corte Suprema de Justicia, al cuestionar al Supremo Tribunal Federal por haber formado mayoría para convertir en un delito a la homofobia.
«Con todo el respeto al Supremo Tribunal Federal pregunto si existe entre los 11 jueces supremos alguien evangelista, un cristiano asumido. No me digan que quiero mezclar religión con el Poder Judicial. O tenemos religión o no tenemos. Y hay que respetar a todos. ¿No llegó el momento de tener un ministro evangelista en el supremo tribunal?», dijo Bolsonaro. Lo hizo al visitar un templo evangelista de la Asamblea de Dios, en Goiania, capital del estado de Goias, en el centro-oeste del país.
Bolsonaro propuso a un evangelista como juez de la corte justamente al criticar la votación del martes pasado en la cual una mayoría del tribunal consideró que la homofobia debe ser tipificado como un delito de odio específico, como el racismo. «El Supremo Tribunal ahora discute si la homofobia puede ser tipificada como racismo. Que me perdone la Corte, jamás atacaría a otro poder, pero me parece que están legislando. El Estado es laico (según la Constitución), pero yo soy cristiano», dijo el ex capitán del Ejército, famoso porque admitió ser homofóbico en su época de diputado.
Dos asientos en la Corte Suprema deberán abrirse en los próximos tres años y según reveló Bolsonaro hace un mes, le ofreció el futuro cargo a su ministro de Justicia, el ex juez Sérgio Moro, que condenó y ordenó la prisión de Lula. Bolsonaro acaparó la atención mediática hoy con una entrevista extensa que publicó la revista Veja, en la cual admite que nunca se imaginó que iba a ser tan difícil ser presidente y que no siente «compasión» por el detenido líder opositor y ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
«Ya pasé noches sin dormir, llorando mucho. Eso es angustia. A algunas personas que deciden el futuro de Brasil les falta el mínimo de patriotismo, gente que no entiende hacia donde va el país», dijo Bolsonaro. En ese marco, volvió a citar a la candidatura de Cristina Fernández en Argentina y dijo que en Brasil el Partido de los Trabajadores puede regresar en caso de que no se ajsuten las cuentas fiscales.
«Brasil será ingobernable dentro de dos o tres años sin la reforma previsional. Si esta no es aprobada, el dólar se disparará, la inflación golpeará nuestra puerta y de ese caos florecerá la demagogia, el populismo, quien sabe el PT, como ocurre en Argentina con la vuelta de Cristina Kirchner. Brasil no soportaría un ciclo así», afirmó a la revista Veja. Al hacer un balance de los cinco meses de gobierno, se comparó a Superman.
«Este sillón es como si fuera kriptonita para Superman, pero es una misión, Dios me dio el milagro de estar vivo. Imaginaba (que ser presidente) iba a ser difícil pero no tan difícil como está siendo», subrayó.
Bolsonaro recordó que ningún analista político logra explicar cómo se dio su llegada a la presidencia y admitió como un error haber aceptado la indicación del astrólogo Olavo de Carvalho, gurú de la familia presidencial y de la nueva derecha, de haber recomendado como ministro de Educación al ministro Ricardo Vélez, quien renunció en abril.
El presidente dijo que renunciaría a la reelección en 2022 en caso de que se apruebe una reforma política en la cual también se reduzca el número de legisladores. En la primera declaración extensa sobre Lula, dijo: «Cuando alguien está comiendo bien y vuelve a comer cosas feas, uno lo siente. El salió de una situación de líder a ser preso condenado por corrupción. No tengo ninguna compasión en relación a el. El trabajaba para robar también nuestra libertad».