El stock nacional de ganadería bovina alcanzó las 53,9 millones de cabezas, lo que representó una caída de 5,1 millones de animales en los últimos 15 años, destacó el Mercado Ganadero de Rosario (RosGan).
A través de un informe difundido este martes, el RosGan remarcó que analizando la apertura por categorías, los novillos sin duda son los grandes perdedores al caer cerca del 60% en el mismo período, pasando de un stock de 6,3 millones en 2004 a 2,6 millones en 2019.
La segunda categoría que mayor nivel de caída presentó es la de novillitos que perdió cerca de 1,7 millones de cabezas, es decir 29%, desde 2004 a la fecha. Por otra parte, al observar la integración actual de la faena comparado con los registros de 15 años atrás, nuevamente la categoría novillos es la que mayor participación ha perdido en estos últimos tres lustros, pasando de integrar el 24% de la faena al 20% actual.
En tanto, categorías destinadas al consumo doméstico como novillitos y vaquillonas, han pasado a representar el 36% de la faena –ganando 6 puntos porcentuales- e incluso terneros y terneras en su conjunto, se vio incrementada en 11 puntos pasando del 12% al 23% de la faena.
Estas últimas categorías en su mayoría provienen de feedlots y son destinados al mercado doméstico, precisó el RosGan. Al respecto, puntualizó que en la actualidad se estima que la hacienda proveniente de feedlots representa entre el 65% y el 85% de la faena nacional.
Por otra parte, indicó que la consolidación del feedlot se dio en un contexto de precios del maíz deprimidos en el mercado local por trabas a la exportación sumado a la aplicación de compensaciones al sector engordador instaladas durante la anterior administración, con la intención de contener el precio de la carne en el mercado doméstico.
En este sentido, subrayó que la exportación argentina ha sufrido por años los efectos de políticas gubernamentales que explícitamente la posicionaban como la mayor detractora del mercado interno. «Fue precisamente bajo estos lineamientos que el país fue perdiendo mercados externos y en consecuencia, toda la cadena productiva debió adaptarse al perfil de su principal demandante, el consumidor local», concluyó el informe.