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Casi sin agua, se las ingenian para darles de comer a 250 familias


El comedor "Los pibes del barrio Copello" de Capitán Bermúdez hizo un pedido a la comunidad y el Sindicato Luz y Fuerza de Rosario ayudó para que niños y grandes puedan seguir teniendo su comida

El Sindicato de Luz y Fuerza, en el marco de su campaña solidaria permanente, entregó este sábado gran cantidad de bidones de agua al comedor “Los pibes del barrio Copello”, de Capitán Bermúdez. A través de un cartel en el que tristemente informaban a la comunidad que no se podía ofrecer merienda ni cena por falta de agua para cocinar, el gremio tomó conocimiento de la situación y puso manos a la obra. “Hace varios meses que venimos sin agua en el merendero. Pero llegó un momento en que se cortó el agua dos días y no nos avisaron nada como para poder tener llenos los tanques y cocinar y darle la leche a los chicos”, contó Marita López, encargada del comedor, a Con la Gente.

Junto a un grupo de no más de quince mamás, Marita brinda tres veces a la semana la merienda a los chicos del barrio y otras dos veces la cena. En total, alimentan a 250 familias. Además, a través de un compañero que distribuye, o de los mismos nietos, les acercan algo de comer a adultos mayores de la zona. Según cuenta a CLG, reciben un apoyo de la Municipalidad de Bermúdez para comprar las garrafas para el mes y se sostienen con donaciones. En este sentido, destacó la ayuda recibida ante esta situación de crisis, de parte del candidato a gobernador socialista Antonio Bonfatti y del gremio Luz y Fuerza. “Estoy muy agradecida con el señor Bonfatti y con Luz y Fuerza. Gracias a Dios recibimos el agua para poder hacer la leche”, expresó.

“El viernes, los chicos habían venido a las 8 y me dio mucha lástima tener que decirles que no había de comer, primero a la tarde y después a la noche. Una mamá vino y me dijo que no tenía nada para darle de comer a los chicos. Yo le di fideos, arroz, papa, un poco de aceite y verduras, para que pudiera hacer algo”, dijo con tristeza Marita.

“Por suerte la información llegó al Sindicato de Luz y Fuerza y se comunicó conmigo una chica que vive en un barrio cercano”, relató la mujer mientras recibía los bidones. “En el merendero toman la leche 187 chicos y para comer a la noche vienen 250 familias. Se está cocinando en una olla de 300 kilos”, agregó.

“Empezamos hace tres años con 18 chicos, después la semana siguiente tuvimos 42. Ahí paró ocho meses y después se fue incrementando cada vez más y llegamos a tener 100 chicos tomando la leche acá”, relató. “En 2018 se agregaron los abuelos. Recorriendo el barrio vimos que necesitaban ropa, zapatillas”, añadió la mujer con preocupación.

Por su parte, Alberto Botto, titular de Luz y Fuerza, consideró que se trata de “una situación lamentable”. Y añadió: “Nos tocó muy de cerca cuando nos enteramos que por falta de agua no le habían podido dar de comer a los chicos. Es realmente increíble. Nos hizo tomar la determinación de hacer algo urgente para paliar esa necesidad. Por eso hoy estamos acá, con la convicción de que la patria es el otro, con la convicción de que para enfrentar a este modelo neoliberal se necesita ser más solidario que nunca. Es un modelo que promueve el individualismo, entonces no podíamos estar ajenos a esta realidad. Los ayudamos hoy para salir del paso, pero nos comprometimos a darles una mano hasta que puedan superar este problema”.

En este sentido, Botto recordó que el próximo 29 de mayo el gremio participará de la movilización y acto central en Plaza 25 de Mayo, “para seguir generando conciencia”. “El 27 de octubre hay que cambiar el rumbo del país, pero cambiar para bien, no como hace cuatro años. Nos han llevado a una crisis terminal, no sé si no es peor que la del 2001”.

Además, el sindicalista consideró: “Es una pena muy grande que en Argentina estemos pasando por esto cuando somos un país productor de alimentos. Veíamos la emoción de ellos, mezclada con el dolor de no poder resolver esta situación. Estamos hablando de familias y de chicos que hace dos días no comen. Con esto no se juega, es intolerable”.