La crisis económica llevó a Cambiemos a una incertidumbre política. En tan solo dos años, pasaron de ganar todas las elecciones solo con el sello a ser una máquina de perder. Si bien para los más allegados al presidente, «no se discute la candidatura de Macri», nadie puede afirmar que no sea María Eugenia Vidal quien vaya en la boleta de Cambiemos en octubre.
En este marco, Macri lanzó la campaña «Defensores del cambio». Marcar el contraste con el kirchnerismo, resaltar los logros de su gobierno y convocar a «convencer a otros» son los elementos centrales del mensaje que el presidente usó hasta ahora.
Desde su lanzamiento con un spot en las redes sociales, la iniciativa del gobierno para sumar voluntario ya tuvo tres encuentros, liderados por Macri, realizados en Loreto (Corrientes), en la ciudad de Buenos Aires y en Viedma (Río Negro). Todos ellos tienen en común un formato en 360 grados (hay un escenario central, rodeado por la gente) y un discurso de Macri arengando a su tropa.
«En estos tres años y medio cambiaron muchas cosas: pasamos de tener cadenas nacionales a encuentros como éstos, donde nos miramos a la cara y no obligamos a nadie que no quiera escucharnos a tener que hacerlo», dijo el Presidente en Corrientes, en el primero de los encuentros, y repitió mensajes similares en los otros dos.
«Cambiamos de romper la tapa de un diario porque no nos gustan las noticias a hacer conferencias de prensa. Cambiamos de que nos digan que la inseguridad era una sensación a combatir metro a metro contra el narcotráfico y las mafias para que la droga no llegue a nuestros hijos», afirmó.
«Cambiamos un Indec que nos decía cualquier truchada a un Indec que dice la verdad, aunque no sea la noticia que esperamos. Cambiamos los sobreprecios por licitaciones transparentes», recordó Macri.
«Cambiamos el relato por el hacer. Por eso las rutas, las autopistas, para cuidar la vida de la gente, y estamos recuperando los trenes para que el trabajo de los argentinos pueda llegar al resto del país y al mundo entero», agregó. «Cambiamos pelearnos con el mundo por ser parte de él», concluyó su enumeración.
El otro eje de su mensaje es una arenga para motivar a los voluntarios. «Necesito que cada defensor del cambio convenza, hable, dialogue con aquellos que estén desilusionados o enojados y les demuestre por qué estamos tan convencidos de que el camino es por acá», afirmó ante ellos.
«Vamos a hacer una fuerza arrolladora hasta llegar a un millón de Defensores del Cambio para mover el país detrás de esta esperanza tan fuerte que tenemos, entendiendo que lo que estamos haciendo no se hace de un día para el otro, sino trabajando un día tras otro», dijo en el mismo sentido.
Finalmente, el Presidente se refirió a los que «quieren detener el cambio y volver al pasado, algunos por miedo, otros por defender sus privilegios».
«Y ahí me refiero a los que mienten, a los que roban, a los que aprietan, a los mafiosos, a los tramposos y a los burócratas que se aferran a sus privilegios, más allá de haberse dado cuenta de que por culpa de eso la Argentina se estancó y dejó de crecer», aclaró.