El ex contador de la familia Kirchner Víctor Manzanares renunció a seguir dentro del programa de protección para testigos e imputados del Ministerio de Justicia de la Nación y desde ahora será monitoreado con tobillera electrónica.
El contador pidió sin éxito ser trasladado a Santa Cruz para estar con sus hijos y ante la negativa notificó que no seguirá en el programa, que es optativo, confirmaron hoy fuentes judiciales. Manzanares había sido excarcelado en dos causas penales, la de los cuadernos de la corrupción en la que es arrepentido y en «Los Sauces», donde aguarda el inicio del juicio oral en su contra.
Ante ello, el Tribunal Oral Federal 5 dispuso que se le coloque una tobillera electrónica con GPS para monitorear sus movimientos en Río Gallegos. Manzanares deberá informar un domicilio de residencia ante el Tribunal Oral en la causa «Los Sauces».
En declaraciones a la prensa el lunes último, Manzanares había anticipado que recién podría sentirse libre si se reencontraba con sus hijos, quienes viven en esa ciudad santacruceña. Pero el programa no preveía un traslado a esa localidad y ante ello optó por abandonarlo, explicaron las fuentes.
En la causa por los cuadernos de la corrupción, el contador fue aceptado como imputado colaborador a raíz de sus declaraciones y seguirá en esa condición. La inclusión en el programa de imputados y testigos protegidos del Ministerio de Justicia es optativa.