Por Diego Carballido
El miércoles último, al mediodía, se organizó en las puertas de la Facultad de Ingeniería una charla-debate para visibilizar la situación que viven los docentes universitarios con respecto a su salario y el preocupante estado de los investigadores y científicos en todo el país.
Con la Gente dialogó con Francisco Vittone, doctor en Matemática, investigador del Conicet y delegado de COAD dentro de la Facultad de Ingeniería: «Desde el gremio local, la idea es comenzar con actividades que difundan la situación en la universidad para lograr tomar conciencia, tanto entre los docentes como con el resto de la sociedad. En esta oportunidad, el debate pone de manifiesto que el conflicto docente está íntimamente relacionado con las condiciones de la universidad pública, porque no se trata solamente de un aumento de sueldo, sino de todo el presupuesto asignado. Y esto, se produce en el marco de un ataque a los sectores de la ciencia y la tecnología, manifestado desde hace un par de años en el conflicto del Conicet y agravado, este año, con los despidos en el INTI”.
Nada para analizar
Según Vittone, hasta el momento, desde el gobierno nacional tuvieron una sola reunión con el gremio, de la cual no surgió ninguna propuesta. «A los docentes universitarios todavía no nos ofrecieron nada. Están recién discutiendo la aplicación de la cláusula gatillo porque tenemos un desfasaje del 12% con respecto a la inflación, o sea que vamos camino a una paritaria larga. Recordemos que el año pasado se terminó firmando en julio cuando el conflicto se había iniciado en febrero”, advierte el delegado.
COAD es el gremio que representa a los docentes e investigadores en la ciudad de Rosario y que, a su vez, forma parte de la Conadu, la federación a nivel nacional. “Ninguna de las dos federaciones a nivel nacional, Conadu y Conadu histórica, están planteado un plan de lucha activo, sólo hay un paro programado para mediados de abril. Por eso, desarrollamos este tipo de actividades con docentes y alumnos para visibilizar la problemática”.
No hay tanta ciencia
De acuerdo con las palabras de Vittone, la situación en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) se agrava año tras año por el restringido ingreso que se produce desde el 2016.
“En los últimos doce años se llevó a cabo una política de aumento e incentivo en la cantidad de investigadores en el país. Curiosamente, la implementó el mismo ministro que hoy la niega, Lino Barañao, y se denominó el plan Argentina 2020. A fines del 2016, se produjo un conflicto muy grande porque se redujo el ingreso a la carrera de investigador en un 60% con respecto a la cantidad que ingresaban habitualmente. Para ingresar son necesarias dos evaluaciones: la primera a cargo de una comisión específica de tu área, y la segunda es responsabilidad de una comisión central. Había 500 postulantes que habían superados las dos etapas y por cuestiones de reducción de presupuesto el director del Conicet decidió no ingresarlos. Durante el 2017 también hubo restricciones, aunque no tuvieron tanta repercusión».
A esta situación, se le suma la preocupación por los casi 300 becarios del INTI a los que no se les renovó el contrato. Lo cual, claramente constituye un vaciamiento de la entidad científica y genera una nueva falencia de parte del Estado porque “es el instituto que se ocupa del control de calidad de todo lo que usamos en el consumo diario. Muchas de esas tareas, hoy no se están realizando por la falta de personal y todavía no se sabe si se van a tercerizar. Porque el objetivo del gobierno era entregárselos a privados, con lo cual no justifica los despidos”, aclara Vittone.
Migración científica
Planteado este panorama, el fantasma de la migración científica en busca de oportunidades en el exterior vuelve a deambular entre los académicos. “Todavía no manejamos cifras, pero inevitablemente va a suceder lo que pasó en los noventa” augura Vittone, y agrega: «Cuando yo empecé en el 2002, en el departamento de Matemática prácticamente todos los egresados de la carrera se iban porque era muy difícil ingresar al Conicet. Eso impacta directamente en el nivel de la educación pública porque la mayoría de los investigadores, también son docente dentro de la facultad”.