En el marco de un nuevo 17 de mayo, CLG dialogó con el periodista Juan Mascardi y con la Community Manager Estefanía Concari sobre los avances del mundo digital
Por Matías Gregorio
Llegó para cambiarlo todo. Y lo está haciendo. Hoy, como cada 17 de mayo, se celebra en Argentina y en los principales países del mundo el Día de Internet, jornada instaurada en 2005 por la por la Asociación de Usuarios de Internet (UAI) y que consta con el aval de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El objetivo de este día particular es generar conciencia en la población sobre el abanico de posibilidades que genera el uso de esta tecnología para el acceso a la información e intentar reducir la brecha digital. La fecha fue escogida por ser el aniversario de la firma del primer Convenio Telegráfico Internacional y de la creación de la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
Con más de 5 mil millones de usuarios activos, internet revolucionó todo ámbito que conocemos: el trabajo, la salud, el ocio, la seguridad, las relaciones sociales, las transacciones financieras, etcétera. Cada eslabón se fue adaptando a los avances de la tecnología y hoy sería imposible imaginarse un mundo sin la red.
«Es un día que de alguna manera evidencia un cambio de paradigma que modifica el modelo de sociedad». «Si la sabemos utilizar, es una una herramienta muy útil». El periodista rosarino Juan Mascardi y la docente especializada en redes sociales Estefanía Concari analizaron en diálogo con CLG lo que significa internet en nuestras vidas.
Cambios abruptos
«Cuando era pequeño mi padre me contaba de ciertos inventos tecnológicos. Iba a una escuela de campo y un profesor que le hablaba de la televisión le decía que se iban a poder ver los partidos de fútbol en vivo. Y esa anécdota quizás tardó 20 años en consolidarse. Y después la televisión como medio tardó otros 20 años en instalarse, incluso casi una década para arrebatarle a la radio el lugar de protagonismo mediático», contó Mascardi.
Es que internet avanza a pasos agigantados. Año tras año un nuevo dispositivo llega o se actualiza para derrumbar lo que habíamos normalizado. Adaptarse a los cambios, no siempre resulta fácil: «Hoy, en donde todas las instituciones modernas, como en la política, la educación o hasta en el matrimonio, los cambios se dan con un vértigo importante, hay un proceso de aceleración donde la revolución digital es la gran protagonista», agregó el director de la Licenciatura en Periodismo y en Producción y Realización Audiovisual de la UAI Rosario.
Para Estefanía, quien impulsó «La Miralejos Community Manager«, un blog que ayuda a las pymes y a los CM a entender este nuevo mundo, «hay que ser cuidadosos al usar internet». Y amplió: «Al no comprender los cambios, cada modificación puede generarnos rechazo y parecernos difícil, como por ejemplo el paso de un teléfono celular con pantalla chica y con teclado a uno que es todo táctil. Aún así, es cuestión de acostumbrarnos y encontrarle utilidades que nos ayuden en el día a día, como tener la agenda en el celular, o comunicarse a través de WhatsApp entre los padres de un colegio».
«Estoy estudiando publicidad, en tercer año, y el año pasado todos los trabajos prácticos y hasta los resúmenes de los parciales los hicimos en línea con un compañero utilizando una herramienta de Google. No tuvimos necesidad de juntarnos porque cada uno tenía tiempos diferentes», graficó la coordinadora de la diplomatura en Marketing Digital en la UAI, donde también da clases.
¿Cómo tenemos conexión?
Resulta interesante preguntarse cómo la conexión de internet llega a miles de hogares de todo el mundo. Hay dos formas que se pueden utilizar para acceder a la red.
Por un lado, se encuentran las conexiones satelitales, que se utilizan principalmente para aquellas zonas difíciles de llegar con cableado marítimo o terrestre, como es el caso de las zonas rurales. Y por otro, están los cableados de fibra óptica, que se constituyen como el principal proveedor de Internet en la mayoría de las grandes ciudades. De hecho, el 97% de las conexiones globales se realizan mediante tendido de cables submarinos de fibra óptica, que luego llega a las ciudades mediante cableado terrestre.
Los expertos estiman que si uniéramos todos los cables existentes podríamos dar la vuelta al mundo 22 veces. Además, este tipo de conexiones está diseñado de tal forma que evita que se corte internet en caso de que algún cable tenga desperfecto.
La nueva tendencia
Si bien el futuro es incierto, Juan y Estefanía coincidieron en que «la internet de las cosas» será lo próximo en instalarse: «Pasaremos de una internet social a una internet de los objetos con un contacto permanente con artefactos inteligentes. En la próxima década se consolidará esta tendencia», sostuvo el coordinador de Fundéu Argentina.
«Si bien a nivel país y región faltan que lleguen muchísimas cosas, lo que se busca es facilitar la vida para poder disfrutarla más, pero está en nosotros no enfermarnos con los avances tecnológicos, sino aprovecharlos y utilizarlos bien», apuntó la mujer que dicta cursos de Community Manager en un instituto local.