Por José Odisio
Newell’s preocupa. A los dirigentes, que día a día se encuentran con nuevos conflictos, algunos generados y otros heredados; a los hinchas, oficialistas u opositores, al fin y al cabo todos pretenden ver al club mejor que hoy; a Omar De Felippe, que ya hizo una radiografía del panorama futbolístico y sabe que no será fácil resolver el problema; a los jugadores, que intentan sacar el equipo a flote, pero por ansiedad o incapacidad no logran ese objetivo; y al juez, aunque no siempre parezca que sea así.
No todo es negro, tampoco color de rosa (en este caso mejor sería rojo). La Asamblea sacó a flote una puja política parecida a la previa de elecciones. Cada uno dice pensar en lo mejor para Newell’s, aunque es imposible no pensar que no están midiendo fuerzas. Puede aprobarse o no el balance, y las consecuencias no son tan claras, pero lo que la Lepra no soportará es un nuevo bochorno donde la violencia física o verbal sea la principal noticia.
En lo futbolístico, De Felippe tiene claro el panorama y eso es positivo. El DT es consciente que no hay un problema de puntos urgente, pero el margen de cara al próximo torneo es poco y por eso hay que sumar ahora todo lo que se pueda. Y mientras trata de imponer su idea, la prioridad es sumar. Lo que se pueda sirve. Y ni hablar si el Tribunal le devuelve los tres puntos, algo que se festejará como un triunfo.
Los futbolistas deben asumir su parte. Son siete partidos de Superliga y dos de Sudamericana para que Sarmiento al menos no quede como un error de Llop y la dirigencia. Y para muchos pibes es tiempo de entender que serán la base del próximo torneo, y lo que no consigan dentro de la cancha ahora, lo sufrirán más adelante.
Newell’s preocupa porque el juez se puso firme con la plata. Y ahora los empleados y jugadores están al día, pero de la misma manera impidió la llegada de refuerzos de valía, y pidió un ajuste de planta que traerá más despidos y menos incorporaciones en el receso. Con las consecuencias futbolísticas que esto podría traer.
Borrón y cuenta nueva propone la dirigencia. Pero no todos le creen. Será su responsabilidad recuperar la confianza externa e interna, pero algo hay que hacer, porque el panorama es preocupante. Y todos son responsables de sacar a Newell’s de este momento de incertidumbre.