Por José Odisio
La paciencia está a prueba. Los hinchas leprosos transitan días de incertidumbre y ansiedad. Sueñan con Gabriel Heinze, pero también sospechan que puede no darse y el tiempo perdido genera angustia.
Esperar al Gringo es la apuesta de la dirigencia, avalada por todos. Si viene será un golazo; si no viene generará decepción. La sensación es que con el Gringo la salvación es posible, sin él será una temporada para crispar nervios.
Apostar tan fuerte trae riesgos. Y no está mal para un momento de Newell’s donde no se admiten tibiezas. Pero puede fallar, y las opciones alternativas llegarán con menos banca, con hinchas que al principio se pueden mostrar deshauciados. Aunque al final deberán apoyar. Como siempre.
Si Boca elimina a Vélez tal vez acelere tiempos de definición. Al menos se sabrá si sigue o no en Liniers. Y a partir de ahí los corazones leprosos conocerán si esperar valió la pena.