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Atlanta, un club recuperado desde el trabajo colectivo


Después de varios años de vaciamiento, un grupo de jóvenes intenta recuperar la vida social y deportiva de la institución de calle Santa Fe al 4400

El club Atlanta se fundó hace unos 84 años, allá por 1935. El bohemio rosarino se encuentra ubicado en Santa Fe al 4400, en la zona oeste de la ciudad, en el límite entre Echesortu y Ludueña. Sin embargo, la crisis argentina de la década del 90 puso en peligro la existencia del club, una historia que se repite en la mayoría de las instituciones barriales de la Argentina.

Después de varios años de vaciamiento, un grupo de jóvenes intenta recuperar la vida social y deportiva del club. CLG dialogó con Gustavo Giménez y Nicolás Fernández, integrantes de la comisión, sobre esta nueva etapa del bohemio.

«Nosotros llegamos al club hace unos dos o tres años, sabiendo de la situación en la que se encontraba el club, que había perdido su caudal societario y la actividad social. Venimos en un proceso de recuperación como club, sumándole actividades sociales, culturales, deportivas«, comentó Gustavo.

«Lo único que sobrevivía era el buffet, que era de un vecino de acá a la vuelta, Alberto, que prácticamente nació con el club. A partir de eso, un par de jóvenes empezamos a encontrarnos acá en el club. Hoy en día hay mucha actividad, mucha vida social, deportiva y cultural. Hace un año y medio nos estamos haciendo cargo de la dirección del club, coordinamos diferentes actividades», señaló Nicolás.

Ajedrez, básquet, vóley, talleres de danzas peruanas, danzas argentinas, son algunas de las tantas opciones deportivas y culturales que actualmente se realizan en el club. El deporte como herramienta de inclusión, pero ante todo, el club como un espacio necesario para poder encontrarse.

«Lo que viene pasando en Atlanta no es un caso aislado. Diferentes jóvenes venimos retomando la necesidad de recuperar lo que son los clubes, un espacio social, un espacio de encuentro. Lo que decimos nosotros, la reconstrucción del tejido social para reconstruir un poco esta sociedad en la que hoy se priorizan los procesos individuales, o los valores más individuales», comentó Nicolás.

«El revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor». La frase de Ernesto Guevara que se encuentra estampada en una pared del bohemio pareciera ser un reflejo de lo que estos jóvenes quieren lograr en el club. En tiempos regidos por el neoliberalismo y el sálvese quien pueda, Atlanta busca «algo que vaya en contramano de lo que se vive hoy, apostamos que se generen valores a partir de la solidaridad», expresaron.

«Se había perdido la vida social, y hoy realmente demostramos que los clubes necesitan ser del barrio y necesitan ser recuperados. Hemos hecho actividades por el 24 de marzo, hicimos un carnaval con una murga del barrio, fuimos coordinando con otra institución de acá que es la Casa Uruguaya. Desde el club, vamos tejiendo redes con otras instituciones, otras organizaciones sociales. Lo bueno es que hoy no es solamente Atlanta, sino atrás de Atlanta hay un montón de otras instituciones y organizaciones del barrio, y eso hace lo estratégico y lo novedoso del club. No solamente se piensa desde el lugar sino coordinado con otras instituciones«, señalaron.

El club recuperado por los socios hoy cuenta con más de cientos de personas sumándose a las diferentes actividades para «darle vida al club». Pero, «cada uno tiene que ser protagonista de su actividad, nadie viene a garantizar lo que hay que hacer, cada uno tiene que tomar una posición y hacerse cargo. A problemas individuales, soluciones colectivas. Así nos vamos gestionando», comentó Nicolás.

Tras saldar la deuda que tenía el club, ahora buscan agrandar el proyecto. «Cerrar la cancha de atrás, hacer un tinglado, y eso sólo se puede hacer a partir de un proyecto colectivo».

Mirá la entrevista completa en el siguiente video: