La idea de crear en Alemania un impuesto religioso para los lugares de culto musulmán gana simpatizantes en el país, donde muchos se preocupan del financiamiento extranjero procedente de Turquía o de movimientos salafistas.
El gobierno de la canciller Angela Merkel calificó a lo que los medios denominan como «el impuesto mezquita» como un «camino posible» para financiar a estos lugares de culto, recaudándolo en la comunidad musulmana.
Es lo que surge de una respuesta escrita del gobierno a una pregunta de parlamentarios, y que fue publicada este domingo por el diario Bild.
Se trataría de una extensión a la religión musulmana de un impuesto religioso que se recauda hoy en día en Alemania entre los cristianos, y que corresponde a cerca del 8% del monto anual de sus impuestos a los ingresos y ganancias.
Se estima que unos 5 millones de musulmanes viven actualmente en Alemania, o sea, aproximadamente el 6% de la población del país.