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Triunfó el partido de Mandela

Elecciones en Sudáfrica: el oficialismo perdió apoyo pero sigue liderando


El Congreso Nacional Africano (CNA), el partido que alguna vez lideró Nelson Mandela, ganó las elecciones de Sudáfrica con comodidad pero con una mayoría que por primera vez desde el fin del sistema segregacionista del apartheid cayó por debajo del 62% de apoyo, según los resultados provisorios publicados este jueves.

Con 56,46% de los distritos electorales escrutados, el CNA se ubicó ayer primero con 56,93% de los votos, bien lejos de la primera fuerza opositora, Alianza Democrática, que sumó 22,56%, también lejos del tercer partido y la esperanza de estas elecciones para construir una oposición negra al oficialismo, Luchadores por la Libertad Económica (EFF), con casi 10%.

El CNA no tendrá problemas para mantener la mayoría absoluta en la cámara baja del Congreso, que define quién es el presidente del país, pero sí enfrentará una presión dentro de filas por volver a recuperar los niveles por encima de 60% de apoyo en las elecciones pasadas.

La frustración y la apatía hacia el gobierno se debe, en gran parte, a que el año pasado, el desempleo volvió a crecer y fue superior a 27%.

A esto se suma que el Banco Mundial calificó a Sudáfrica, uno de los países más ricos de África, como «el más desigual del mundo», una inequidad marcada por el elemento racial, en la que prácticamente no hay miembros de la minoría blanca entre los sectores más pobres.

Según cifras oficiales, alrededor de la mitad de los hogares sudafricanos tienen un ingreso mensual de casi 80 dólares o menos y, con la falta de crecimiento del empleo o ampliación del acceso a todos los niveles educativos, es prácticamente imposible que puedan mejorar su situación económica.

La apatía y la decepción con el partido gobernante son tan evidentes que el propio presidente, Cyril Ramaphosa, lo reconoció durante la campaña, aunque responsabilizó principalmente a su antecesor, Jacob Zuma, quien tuvo que renunciar acosado por denuncias de corrupción.

Ramaposa intentó volver a ganarse el apoyo de su tradicional base electoral -negra, pobre o perteneciente a una clase media trabajadora- con una ambiciosa promesa: reformar la Constitución para incluir la posibilidad de expropiar tierras sin compensación para reformar el desigual reparto de la tierra, especialmente a lo largo de las líneas raciales.

Pese a que Ramaphosa no tendrá problemas para volver a ser designado presidente por la mayoría del Congreso, no tendrá el número de diputados para reformar la Constitución y necesitará del apoyo del EFF, una fuerza que nació como una escisión del oficialismo.

La convivencia legislativa del CNA y el EFF no será fácil y Ramaphosa tendrá que buscar un equilibrio crucial entre el discurso muy crítico del EFF y el interés común de reformar la Constitución y habilitar millonarias expropiaciones a la minoría blanca.

Los resultados oficiales se conocerán recién el sábado próximo y todo indica que Ramaphosa será declarado presidente otra vez en dos semanas.