La Justicia de Garantías de Morón dispuso que el narcotraficante Miguel Ángel «Mameluco» Villalba y otras tres personas vayan a juicio oral como partícipes del crimen de Candela Sol Rodríguez, la niña de 11 años secuestrada y asesinada en 2011 en el partido bonaerense Hurlingham, informaron este miércoles fuentes judiciales.
Así lo resolvió el juez Gustavo Robles, al hacer lugar al requerimiento del fiscal de la causa, Mario Ferrario, y rechazar los pedidos de sobreseimiento de los defensores de los acusados.
Fuentes judiciales informaron que el magistrado convalidó el enjuiciamiento de Villalba (56) junto al ex policía bonaerense Sergio Chazarreta (52), el sindicado informante Héctor «El Topo» Moreyra (50) y el carpintero Néstor Altamirano (59) como «partícipes necesarios» del delito de «privación ilegal de la libertad coactiva seguida de muerte».
Para el fiscal, los cuatro tuvieron distintos roles dentro del accionar delictivo aunque todos con el mismo grado de responsabilidad, dijeron los informantes.
Según las fuentes, todo indica que las defensas apelarán el fallo del juez, por lo que la causa pasará a una instancia superior antes de que se resuelva y pase a la etapa de juicio oral.
En tanto, el fiscal Ferrario continúa con la incorporación de pruebas en otro tramo del expediente en el que están acusado de encubrimiento agravado los ex jefes de la Policía bonaerense Hugo Matzkin y Juan Carlos Paggi, y el ex jefe de Investigaciones de esa fuerza Roberto Castronuovo.
Estos tres funcionarios ya fueron indagados por el instructor judicial y negaron haber encubierto el crimen de Candela, al tiempo que se mantuvieron en sus dichos vertidos como testigos tanto durante la investigación preliminar como el primer debate oral realizado en 2017.
En aquel proceso, Hugo Bermúdez (60) y Leonardo Jara (40) fueron condenados a prisión perpetua como «coautores» del homicidio, mientras que Fabián Gómez (46) recibió una pena de 4 años de cárcel como «partícipe secundario».
Por su parte, Villalba también fue testigo en aquel debate, mientras que Moreyra y Altamirano estuvieron presos en un comienzo de la investigación, entre 2011 y 2012, y luego recuperaron la libertad por falta de pruebas. Sin embargo, el fiscal Ferrario reunió nuevos elementos y el año pasado acusó a Villalba de liderar la organización criminal que cometió el secuestro y crimen de Candela y que integraron Moreyra, Chazarreta y Altamirano.
Respecto del móvil del crimen, para la fiscalía se combinaron dos cuestiones: una, que Villalba se quiso vengar del padre de la niña, Alfredo Rodríguez, porque creyó que éste había «dateado» a la Policía Federal (PFA) para que lo detuvieran 13 días antes de la desaparición de la niña.
Y la otra fue que la organización criminal buscaba ajustar cuentas con el padre de la víctima -en aquel momento detenido por piratería del asfalto- por una deuda económica.
Candela (11) fue vista con vida por última vez el 22 de agosto de 2011 en la localidad de Villa Tesei, partido de Hurlingham -donde residía-, y nueve días después apareció asfixiada y dentro de una bolsa a unas 30 cuadras de su casa.