El papa Francisco manifestó su solidaridad a la familia de la concejal y defensora de los derechos humanos, la brasileña Marielle Franco, cuyo asesinato el 14 de marzo generó una ola de indignación en Brasil.
«Francisco llamó por teléfono a Marinette, la madre de la concejal del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), defensora de los derechos humanos y responsable de investigar la intervención militar en las favelas de Río de Janeiro, para comunicarle su afecto y solidaridad», indicó Vatican Insider, la página del diario italiano La Stampa especializada en noticias vaticanas.
El papa argentino decidió llamar a la familia de Franco, de 38 años, tras recibir una carta de la hija de la concejal, asesinada a balazos en pleno centro de Río de Janeiro, cuenta el diario italiano que cita como fuente a dirigentes de derechos humanos argentinos.
La mujer negra, nacida y criada en las favelas de la Maré, luchaba por los derechos de los negros, las mujeres y la comunidad LGBT y no le temblaba la voz a la hora de denunciar los abusos policiales y la reciente intervención militar en las favelas ordenada por el presidente Michel Temer.
La violencia se acentuó en Rio desde el fin de los Juegos Olímpicos de 2016, con bandas de traficantes y milicias parapoliciales dominando parte del territorio y enfrentándose regularmente con la policía.
Hasta el momento, las autoridades no han dado pistas sobre el móvil o los autores de este asesinato que ha causado conmoción dentro y fuera de Brasil, pero hay controversia sobre las balas que se usaron ya que pertenecían a un lote comprado por la Policía Federal en 2006.