El papa Francisco se convertirá mañana en el primer pontífice de la historia en visitar Macedonia del Norte, en la que será la última escala de un viaje al este europeo de tres días que inició ayer en Bulgaria.
El pontífice llegará a las 8.15 locales (3.15 de la Argentina) al aeropuerto internacional de Skopje para una visita de menos de un día a la tierra de la Madre Teresa de Calcuta, que estará marcada por el diálogo interreligioso y la situación social.
En un país con amplia mayoría ortodoxa y casi un tercio de musulmanes, el lema de la visita papal será «¡No tenga miedo, pequeño rebaño!».
En Skopje, después de reunirse con el presidente del país y dirigirse a las autoridades, el Papa visitará el memorial de la Madre Teresa, lugar que cada año recibe a alrededor de 100 mil peregrinos, construido en donde estaba la iglesia del Sagrado Corazón en la que la santa fue bautizada, y luego destruida por un terremoto en 1963.
Más tarde se encontrará con algunas de las personas que son asistidas en este centro de caridad.
Además de los componentes pastorales, la visita también es fuerte por su costado socio-político ya que Francisco llegará a Macedonia, que aguarda poder convertirse en socio de la Unión Europea, desde Bulgaria, el país que con un 38,9% de pobreza es el de mayor índice del bloque regional.
Por la tarde, el pontífice argentino participará en un encuentro ecuménico con jóvenes de las diferentes religiones, y no habrá reunión con los líderes ortodoxos del país.
Además de la situación social, en Macedonia del Norte la Iglesia ortodoxa ha querido desvincularse del Patriarcado de Serbia y actualmente no es reconocida por ninguna de las otras iglesias ortodoxas.
Tras la ceremonia de despedida, partirá de regreso a Roma, donde llegará al aeropuerto de Ciampino a las 20.30 locales (15.30 de la Argentina).
En un video difundido el 4 de mayo, Francisco destacó que la Madre Teresa es «una gran santa, hija de esta tierra», quien nació y creció en Skopje, y que «se convirtió con la gracia de Dios en una valiente misionera de la caridad de Cristo en el mundo, dando consuelo y dignidad a los más pobres entre los pobres».
Por otro lado, el Papa señaló que «hoy más que nunca es necesario hacer crecer en Europa y en todo el mundo la cultura del encuentro, la cultura de la fraternidad».
En esta línea, Francisco dijo que irá para «a sembrar estas semillas» y añadió que seguro que «es tierra buena que será capaz de acogerlas y de dar fruto».
«De hecho la particular belleza del rostro de su país se debe precisamente a la variedad de culturas y pertenencias étnicas y religiosas que lo habitan», expresó.
Desde su primer Viaje Apostólico Internacional en julio de 2013, hasta este a Bulgaria y Macedonia del Norte, del 5 al 7 de mayo, el papa Francisco realizó 29 salidas fuera de Italia que lo han llevado a 42 países.