Los cancilleres de Rusia y Venezuela, Serguei Lavrov y Jorge Arreaza, se reunieron hoy en Moscú para reforzar y ratificar su alianza un día antes de que el ministro ruso se reúna en Finlandia con su par estadounidense, Mike Pompeo, para discutir, por primera vez a solas, la crisis política en Caracas.
«Vemos hoy una campaña sin precedente encabezada por Estados Unidos para derrocar a las autoridades legítimas de Venezuela, y nosotros condenamos esta campaña, que trasgrede todas la normas del derecho internacional», afirmó Lavrov durante una conferencia de prensa conjunta, citada por la agencia de noticias EFE.
Para el ministro y anfitrión del encuentro, el gobierno de Donald Trump no solo apunta contra el presidente Nicolas Maduro en Venezuela, sino que intenta «reformatear políticamente» América latina, lo que calificó como «una falta de respeto» para los países de la región.
A su lado, Arreaza, agradeció «el apoyo consecuente» de Rusia y denunció el alzamiento militar fallido de esta semana liderado por el presidente interino proclamado por la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, como «otro capítulo del golpe de estado continuado».
«El mundo fue testigo de un llamamiento a un alzamiento, a una rebelión militar totalmente infructuosa, fracasada», sentenció.
La reunión no produjo grandes novedades, pero sí dejó clara la posición del gobierno ruso de Vladimir Putin antes de la reunión que mantendrá mañana lunes Lavrov con su par estadounidense, Pomepeo, en Helsinki.
Lavrov ratificó su apoyo al gobierno de Maduro, condenó la «interferencia» de Estados Unidos sobre la crisis venezolana y respaldó el llamado Mecanismo de Montevideo que impulsaron sin éxito ni grandes consecuencias Uruguay y México para abrir un nuevo diálogo entre el chavismo y el antichavismo.
Esta semana, una vez que estaba claro que el intento de Guaidó de ganar el apoyo de la mayoría de las fuerzas armadas y derrocar a Maduro había fracasado, el gobierno de Trump en Washington acusó explícitamente a Rusia de haber inclinado la balanza a favor del chavismo.
Según el gobierno de Trump, Maduro no tenía chances de mantenerse en el poder, pero Moscú presionó para garantizar la continuidad de su aliado.
Caracas rechazó esta versión y sostuvo que la sobrevivencia del gobierno nunca estuvo en peligro.
Estados Unidos y Rusia se enfrentaron cara a cara por la crisis política venezolana varias veces en el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York; sin embargo, la reunión de mañana en Finlandia será la primera bilateral convocada para discutir la situación en Caracas.