Los ministros de Medioambiente del G7 se reunían este domingo en Metz, en el este de Francia, con vistas a impulsar medidas concretas, la víspera de la publicación de un informe alarmista sobre la situación de la naturaleza.
Además de los países del G7 (Francia, Canadá, Alemania, Estados Unidos, Italia, Japón y Reino Unido), estaban presentes las delegaciones de México, Chile (que acogerá a finales de 2019 la COP25 sobre el clima), Níger, Gabón, Egipto, India, Indonesia, las islas Fiyi, Noruega y la Unión Europea.
Basándose en estudios científicos, buscarán ponerse «de acuerdo sobre los mejores medios para aumentar el lugar de la biodiversidad en la escena internacional y para alcanzar un resultado ambicioso» en la conferencia internacional de la biodiversidad en China a finales de 2020, prometió el ministro francés de la Transición Ecológica, François de Rugy, en el inicio de la cumbre.
Durante los dos días del encuentro, se analizarán iniciativas concretas para luchar contra las desigualdades, la deforestación, los residuos plásticos o mejorar la protección de los arrecifes de corales. Se abordarán asimismo cuestiones sobre el clima y de financiación de medidas a favor de la biodiversidad. También se adoptará un manual sobre la biodiversidad.
«Espero que el lunes por la noche seremos testigos (…) de un compromiso colectivo para una acción determinada y concreta», añadió François de Rugy.
Esta cumbre debe finalizar el lunes, cuando se publicará en París la versión final de un amplio informe sobre la situación mundial de los ecosistemas. Según los científicos, la destrucción de la naturaleza amenaza el futuro del hombre tanto como el cambio climático.