En una noche tranquila, el boxeador mexicano Saúl «Canelo» Alvarez venció por decisión unánime en un duelo de unificación al estadounidense Daniel Jacobs para convertirse en el mejor peso medio de la actualidad, este sábado en el T-Mobile Arena de la ciudad de Las Vegas.
Álvarez (52-1-2) suma de esta forma el cinturón de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) a los del Consejo Mundial (CMB), la Asociación Mundial (AMB), Lineal y Ring Magazine, que ya tenía en su poder. Jacobs, por su parte, se quedó ahora con una marca de 35-3 en su carrera.
Aunque el previo al combate se calentó demasiado y Jacobs subió al ring tres libras arriba del límite impuesto para la hidratación, Álvarez fue amplio dominador de la pelea y finalmente se llevó el triunfo en las tarjetas con puntuaciones de 116-112, 115-113 y 115-113.
«Era lo que esperábamos. Un rival inquieto, muy difícil, pero supimos descifrarlo. Teníamos calculadas todas las posibilidades y por eso todo salió bien. Ahora a esperar lo que viene y estamos listos para el siguiente reto», afirmó el azteca.
«Me he sentido bien, me he sentido genial. Ahora querré ver el vídeo para ver qué han visto los jueces pero él es un campeón tremendo. Lo he dado todo ahí afuera. La próxima vez verán a un mejor Jacobs», valoró por su parte el estadounidense.
En medio de un ambiente pletórico con motivo de las festividades del Cinco de Mayo, Álvarez tomó siempre la iniciativa de la pelea frente a un Jacobs que eludió en un inicio el ataque de su rival con un buen cabeceo y se animó en algunas oportunidades con diversas combinaciones, pero poco a poco se fue quedando sin energía.
Su mejor momento llegó en el octavo asalto cuando parecía causarle algo de daño a Álvarez, pero nunca pudo recuperarse de la desventaja inicial.
Ya para el tercer round el combate se tornaba más parejo con dos boxeadores en su mejor dinámica. Jacobs trataba de cortarle los ángulos a Canelo, pero el mexicano aprovechaba su mejor alcance para castigarlo principalmente con algunos volados.
Poco a poco el mexicano se fue apoderando de las acciones y las puntuaciones, mientras Jacobs iba perdiendo movilidad por el buen trabajo que Álvarez ejecutaba al cuerpo del neoyorquino.
Fue hasta el sexto asalto que Jacobs se soltó un poco pero para ese entonces ya el jalisciense tenía dominado el timing de las acciones.
Jacobs por momentos parecía renunciar a la pelea y tener como objetivo no terminar noqueado, dejando a su oponente la iniciativa y la ventaja dentro del combate.
Ya para el octavo, el cansancio era notorio en Jacobs, que trataba de castigar con ganchos por ambos lados el rostro de Canelo, pero no conseguía aterrizar con fuerza ninguna de sus combinaciones. Sin embargo, en ese round llegó su mejor momento y parecía que le causaba daño al mexicano, aunque no pasó de un intento.
Los últimos asaltos sirvieron para ratificar únicamente la superioridad de Álvarez sobre un Jacobs que esta vez no supo emular los milagros que ha conseguido abajo de un ring de boxeo y se vio superado nuevamente por el mejor boxeador mexicano de la actualidad.