En la marcha del 1º de mayo de los chalecos amarillos en París, en repudio a las políticas impulsadas por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, hubo enfrentamientos de los manifestantes y la policía: se registraron corridas, piedrazos, gases lacrimógenos y varios hechos de violencia en la capital del país europeo. Integrantes de los grupos denominados «black blocks» arrasaron con todo y protagonizaron feroces cruces con los uniformados.
Se estimaba una concurrencia cercana a los 100 mil manifestantes. Mientras más se iban poblando las calles, más se intensificaban los enfrentamientos. Volaron piedras y los gases se apoderaron de ciertas zonas parisinas. La policía dispuso un operativo con 8.000 agentes.
Los movimientos sindicales partieron desde la Plaza de Italia y llegaron hasta el centro de París. Allí es donde se registraron los principales destrozos e incluso hubo enfrentamientos cuerpo a cuerpo, que terminaron con personas heridas.
Miembros de los black blocks, grupos violentos de tendencia anticapitalista, se han enfrentado este mediodía a las fuerzas antidisturbios francesas. Los choques se han producido antes incluso del inicio de las manifestaciones por el Día del Trabajo, a las 14.30 la principal en París.
Jóvenes de negro, con casco y mascarillas, han lanzado objetos a los agentes. Estos han recurrido a granadas de dispersión y lacrimógenas. El sindicato CGT acusó a la policía de «violencia sin precedentes e indiscriminada».
El despliegue policial alcanzó toda la ciudad y, antes del mediodía, las fuerzas de seguridad ya habían realizado más de 9.000 controles de identidad «preventivos», según informó un vocero de la Prefectura de Policía, citado por el diario local Le Monde.
Reina el caos en las calles de París.https://t.co/afND9klINz
— Descifrando la Guerra (@descifraguerra) May 1, 2019
Tradicionalmente, el Día del Trabajador en Francia es conmemorado con masivas marchas en todo el país organizadas por las centrales sindicales y, en paralelo, una manifestación del Frente Nacional, ahora transformado en Agrupación Nacional, la principal fuerza de la extrema derecha del país.
Mientras las marchas convocadas por el sindicalismo suelen ser pacíficas y sin incidentes, la manifestación de la extrema derecha tiene muchos antecedentes de violencia. Pero los últimos meses de manifestaciones semanales de los chalecos amarillos cargaron de especial tensión el Día del Trabajador de este año.
Mientras en algunas ciudades del interior del país, como Nantes, la tradicional manifestación de las centrales sindicales se realizó sin problemas, en Lyon miles de miembros del movimiento chalecos amarillos encabezaron las protestas y en París, ocupan lugares estratégicos de la marcha en varios barrios.
Uno de los barrios donde la situación es más tensa es Montparnasse, en el sur, el punto de inicio de la tradicional marcha sindical de todos los años.
Los manifestantes con chalecos amarillos rechazan los controles de la Policía y ya hubo forcejeos y hasta algunos gases lacrimógenos lanzados por las fuerzas de seguridad para dispersar a la multitud.