La comunidad internacional no tardó en responder a la intensa jornada que se vive en Venezuela este martes. El gobierno de Rusia acusó a la oposición venezolana de alimentar el conflicto político en el país y apeló a que se entablen negociaciones para evitar un derramamiento de sangre.
«La oposición radical en Venezuela ha vuelto a utilizar de nuevo métodos duros de confrontación que solo logran alimentar el conflicto», criticó el ministerio de Relaciones Exteriores ruso en un comunicado, reproducido por el portal Mundiario.
Además, el presidente ruso, Vladímir Putin, examinó la situación en Venezuela con los miembros del Consejo de Seguridad nacional. «Putin informó a sus colegas de los contactos con el presidente del Consejo de Estado de la República Popular Democrática de Corea, Kim Jong-un, y de las numerosas conversaciones sostenidas con líderes extranjeros la semana pasada en Pekín», apuntó el portavoz presidencial, Dmitri Peskov.
A su vez, los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y de Bolivia, Evo Morales, aliados de Maduro, condenaron el «intento de golpe de Estado», mientras Estados Unidos y Colombia, que lideran la presión contra el líder socialista, apoyaron la rebelión militar.
El presidente boliviano se mostró seguro de que el gobierno de Maduro se «impondrá a este nuevo ataque del imperio», y su homólogo cubano, calificó de «traidores» a los seguidores de Guaidó y les acusó de querer crear «zozobra y terror».
El gobierno español pidió evitar un «derramamiento de sangre», en tanto Bogotá solicitó una reunión urgente del Grupo de Lima, bloque de países que apoya a Guaidó.