Décadas de abandono y falta de inversión dejaron huella en el sistema ferroviario de cargas en la Argentina. La red que se expandió desde el puerto de Buenos Aires hacia el interior desde fines del siglo 19 hoy está en ruinas: en las tres líneas que opera el Estado (San Martín hacia la zona de Cuyo; Belgrano, por el Norte; y Urquiza, en la Mesopotamia), el año pasado se produjeron casi dos descarrilamientos por día.
Así lo reflejan las estadísticas elaboradas por el Ministerio de Transporte , que añaden que los inconvenientes son, en su mayoría, descarrilamientos vinculados con el mal estado de las vías y del material rodante de las tres líneas, cuya red comprende 9000 kilómetros.
Según el documento que vio La Nación, el 45% de la red de carga operativa se encuentra «precaucionada», situación que implica que en esos tramos, las formaciones deben circular a un máximo de 14 kilómetros por hora (Km/h).
Tren versus camión
El deterioro acumulado en la red ferroviaria tiene, además, sus consecuencias económicas, con un retroceso en la cantidad de volúmenes de carga trasladados en tren a nivel nacional. Según los registros oficiales, en 2016 la participación de los ferrocarriles en el mercado logístico fue del 4%. La contracara es el camión, por donde pasa el 85% de las mercaderías.
De ese total, un 14% se trasladaron en trenes por las tres líneas de gestión estatal (Belgrano, San Martín o Urquiza), con participación mayoritaria de cargas de granos y áridos.
«La falta de inversión y mantenimiento han deteriorado la prestación del servicio por parte del ferrocarril, redundando en una disminución de las ventas y, consecuentemente, incrementando el déficit en la última década», sostiene el trabajo respecto del ferrocarril Belgrano Cargas.
Un plan de inversiones de $1690 millones este año es la apuesta oficial para recuperar la infraestructura ferroviaria de cargas, estimular el uso de este medio de transporte y bajar los costos logísticos de la producción en economías regionales. El monto comprende la renovación de vías y la compra de material ferroviario.
Según se desprende del presupuesto 2018 de Belgrano Cargas y Logística S.A., la empresa estatal creada en 2013 que gestiona las líneas de carga del Belgrano, San Martín y Urquiza, se destinarán $1089 millones a trabajos de mejoramiento liviano y puentes.
A su vez, se proyectan compras de material rodante por $256 millones y adquisición de maquinarias y equipos por $118,7 millones. El plan también incluye la ejecución de obras civiles ($97,7 millones) y la incorporación insumos de sistemas ($128,7 millones).Para este año, en tanto, el Gobierno proyecta este año llegar a 4,7 millones de toneladas de carga trasladadas, con 2,1 millones correspondientes al Belgrano, 2,4 millones al San Martín y 288.000 toneladas al Urquiza. Con ese volumen, el presupuesto prevé ingresos por $2652 millones.
Según estiman en Transporte, la incorporación de nuevo material rodante y las obras en las vías permitirán triplicar el volumen de carta transportada en el ferrocarril Belgrano, que llegará a tres millones de toneladas en 2019. A su vez, proyectan reducir la duración de cada traslado, al elevar a 40 km/h la velocidad promedio de las formaciones.