El Aeropuerto Internacional de Pekín es el segundo más transitado y de mayor tamaño en el mundo. Para descomprimir el volumen de viajeros y ampliar el tráfico aéreo de la zona, inaugurará una nueva y moderna terminal aérea, en septiembre de este año. Con una capacidad de carga y descarga de 72 millones de pasajeros en promedio, se tratará del más grande del planeta, desplazando al segundo lugar al de Atlanta, Estados Unidos.
Ubicado en Pekín-Daxing, situada a 46 km al sur de la capital china, abrirá sus puertas en fase de pruebas a finales de septiembre. Estará operativo completamente en octubre. Se estima que su costo fue de US$12 mil millones.
El diseño del aeropuerto es amplio en el interior, evocando un espacio abierto donde respirarán zonas ajardinadas. En el exterior, tiene forma de estrella de mar. Tiene cinco salas conectadas entre sí a una principal. En los extremos de cada ala, junto a las puertas de embarque, habrá grandes jardines al aire libre, según la tradición china.
Los elementos sostenibles serán la columna vertebral de este nuevo proyecto, con los que se pretende reducir el consumo energético y las emisiones de CO2 hasta en un 50%. Espacios con sombra, cristales de alto rendimiento e iluminación en el techo formarán parte de esta estrategia de optimización de la energía.
Un informe de la BBC, que recorrió el lugar, da cuenta de unos 700 mil metros cuadrados donde la energía renovable será el eje fundamental del funcionamiento.
Con áreas de pasajeros separadas para vuelos nacionales e internacionales, el edificio más compacto, pero con cinco pisos, complementará con el actual Aeropuerto Pekín Capital Internacional, haciendo de la ciudad china un punto neurálgico del viaje por aire. De este modo, las conexiones entre aeropuertos serán mucho más sencillas y cómodas para los viajeros.