El represor Miguel Etchecolatz fue trasladado hoy al Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza luego de que la Justicia revocara el beneficio de la prisión domiciliaria al que había accedido en diciembre pasado.
Bajo un fuerte operativo de seguridad a cargo del Servicio Penitenciario Federal, el exdirector de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires abandonó su casa del barrio Bosque Peralta Ramos, en la ciudad de Mar del Plata.
De esta manera, se efectivizó la decisión de la Cámara Federal de Casación Penal que había revocado la prisión domiciliaria del represor condenado a prisión perpetua por varios delitos de lesa humanidad.
La Sala IV del Tribunal había revocado lo decidido a fines de diciembre pasado por los jueces José Martínez Sobrino, Julio Panelo y Fernando Canero, del Tribunal Oral Federal 6, quienes tuvieron en cuenta los 88 años de Etchecolatz y su estado de salud para otorgarle el beneficio.
Los magistrados de Casación justificaron su decisión en el presunto hecho de que “el estado de salud de Etchecolatz no le impide permanecer alojado en un establecimiento penitenciario recibiendo la atención y los controles médicos adecuados”.
Luego de que el represor arribara a la ciudad de Mar del Plata, vecinos de la zona y organizaciones de derechos humanos habían realizado varias protestas para repudiar la prisión domiciliaria y reclamar que cumpla su condena en cárcel común.
El ex comisario fue director de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires entre marzo de 1976 y fines de 1977 y tuvo a su cargo 21 centros clandestinos de detención, como el Pozo de Banfield, el de Quilmes, y “La Cacha”, entre otros.
El represor fue condenado en seis oportunidades por crímenes de lesa humanidad: en 1986, a 23 años de prisión en la denominada causa “Camps”; en 2004, a siete años de prisión (reducida luego a 4), por la apropiación de una hija de desaparecidos; en 2006, a reclusión perpetua en la “causa Etchecolatz”; en 2012, a prisión perpetua por el “Circuito Camps”; en 2014, a perpetua por un doble homicidio en el marco de la causa “La Cacha”; y en 2016, a 25 años de prisión por el secuestro y las torturas a una pareja de militantes desaparecidos.
Ahora enfrenta otro juicio oral por hechos que se produjeron en las dependencias de la Comisaria 1º de la localidad de Monte Grande y en la ex-División Cuatrerismo de la Bonaerense, del partido de La Matanza, en las inmediaciones de la intersección de la Autopista Ricchieri y Camino de Cintura.