Corea del Norte redobló la presión para que Estados Unidos flexibilice su postura en el diálogo sobre desnuclearización al pedirle que sustituya como negociador al secretario de Estado, Mike Pompeo, poco después de anunciar una prueba de armas de corto alcance.
Un vocero de la Cancillería norcoreana afirmó que «en caso de que las conversaciones se retomen en el futuro», a su país le gustaría que en vez de Pompeo ese papel correspondiera a «alguien que muestre mayor tacto y madurez a la hora de comunicarse». El portavoz, Kwon Jong-gun, opinó que la relación podría «complicarse si Pompeo está involucrado en las conversaciones» y agregó que cada vez que el secretario de Estado «mete las narices, el diálogo avanza mal y sin resultados».
En repetidas ocasiones se ha insinuado que Pompeo ha resultado tener muy mala química con funcionarios del régimen norcoreano, entre ellos su homólogo en las conversaciones nucleares, el responsable de inteligencia Kim Yong-chol. «A Pompeo se le concedieron audiencias con nuestro presidente de la Comisión de Asuntos Estatales (cargo oficial del líder norcoreano Kim Jong-un) varias veces y ahí pidió la desnuclearización», prosiguió Kwon en una nota de la agencia de noticias estatal KCNA. «Sin embargo, realizó comentarios insensatos ante el Congreso (de Estados Unidos), dañando la dignidad de nuestro líder supremo», añadió.
El portavoz subrayó por otro lado que «afortunadamente, la relación entre el presidente (de Estados Unidos) Donald Trump y nuestro líder (Kim Jong-un) sigue siendo buena» y que el mariscal norcoreano «está encantado» con que así sea. Por esa misma línea parece ir el otro ademán publicitado este jueves por la propaganda norcoreana, que anunció que Kim supervisó ayer la prueba de un arma táctica, sin precisar más detalles, informó la agencia de noticias EFE.
Las armas tácticas son armas de corto alcance diseñadas para ser usadas sobre el campo de batalla en escenarios de combate. Los expertos creen que podría tratarse, por ejemplo, de un misil de crucero, un proyectil cuyo uso por parte de Corea del Norte en todo caso no está sancionado por ninguna resolución de Naciones Unidas.
Las negociaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos están congeladas desde que la segunda cumbre entre Trump y Kim, terminó abruptamente en febrero pasado en Hanoi, Vietnam, en medio de desacuerdos por las sanciones de Washington a Pyongyang.
Ambos mandatarios había celebrado ya la primera reunión de la historia entre líderes de sus países en junio de 2018 en Singapur, que culminó con una promesa vaga de promover la desnuclearización de la península coreana mediante un proceso de diálogo.