Por Leonardo Malvar (*)
En la actualidad escuchamos hablar continuamente de la transformación digital, de la nube o el desembarco de tecnologías disruptivas que van a cambiar el mundo de manera radical. Mas allá de lo atractivas que suenan estas ideas hay que tener en cuenta que la llegada de muchos de estos conceptos vienen de la mano de un renacimiento y una mayor importancia de los servicios tecnológicos.
Este resurgir se debe, principalmente, a la colaboración que tienen los servicios basados en el conocimiento para la aplicación de nuevas tecnologías sobre los procesos operativos, el automatismo de diferentes tareas y la visión inmediata a la que acceden los directivos de empresas para dar soporte a la toma de decisiones y lograr mejores resultados.
Cada vez más, las empresas denominadas VAR (Value Added Reseller, por sus siglas en inglés) ven cómo su valor agregado está cada vez más acotado, principalmente por dos motivos tecnológicos que se vienen desarrollando en los últimos años: la centralización de la capacidad de cómputo con interconexión mundial, como son las soluciones cloud; y la dificultad que tienen en la actualidad las grandes fábricas tecnológicas para diferenciarse en el desarrollo de sus productos.
Sin embargo, estos dos hechos en vez de ser vistos como el fin de un modelo, para la industria de la tecnología y los servicios se vislumbran como una oportunidad: ya no basta con ofrecer una tecnología excepcional, ahora el cliente pretende que sea incorporada a su negocio y brinde mejoras tangibles a través de las personas y sus conocimientos. A esta realidad debemos sumar una transformación del mercado, que está evolucionando a una nueva lógica, la de querer pagar por la tecnología sólo si se la necesita y le sirve.
Todos estos paradigmas abren un camino nuevo a las empresas de tecnología y servicios, ya que sus valores, profesionales y el conocimiento adquirido hacen la diferencia. Pero también implicará grandes desafíos que aún están por definirse y cada compañía deberá crear el suyo, partiendo de sus actuales fortalezas y teniendo como objetivo ser compañías Full Services o XaaS (Anything as a Service, por sus siglas en inglés).
Frente a este panorama, durante este año, los servicios serán la clave para mantener y llegar a nuevos clientes. Las empresas, de todo tamaño y rubro, deberán trabajar para crear una cultura que busque un valor altruista y que genere sinergia entre todos los colaboradores. Al momento de tomar decisiones, el cliente siempre tiene que estar en el centro y buscar la manera de mejorar su experiencia en todo el proceso de interacción, es decir, «hacérsela fácil», repensando los procesos y aplicando nuevas metodologías agiles.
Está claro que esto no se logra de un día para el otro y muchas compañías tuvieron está visión hace años. Esas empresas son las que hoy corren con ventaja y será tarea de los clientes, detectarlas para encontrar aliados que los ayuden a potenciar sus negocios.
(*) Gerente de servicios y procesos, Logicalis Hispanic América.