Una mujer denunció que una profesora de ballet de una universidad de la localidad bonaerense de Florencio Varela abusó sexualmente a su hijo adolescente.
La mujer presentó la denuncia penal por «abuso sexual» tras descubrir que la docente «mantenía relaciones íntimas» y le enviaba «fotos desnuda por WhatsApp» a su hijo adolescente.
La imputada, de 43 años, dirige el conjunto de folklore de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) de Florencio Varela, donde bailaba el adolescente que tenía 15 años cuando comenzó la supuesta relación prohibida.
Todo salió a la luz recientemente cuando Giselle Pimentel llegó a las 3:00 a su casa luego de asistir a un velorio y desenchufó el teléfono celular de su hijo para poner a cargar el suyo.
Porque notaba que su hijo estaba raro desde hacía varios meses, decidió revisar el móvil del adolescente, que recientemente cumplió los 16 años.
En ese momento descubrió una conversación subida de tono que el menor había tenido con su profesora de folklore, una mujer que era amiga suya y de su familia.
En ese momento tomó capturas de pantalla de todo el «chat hot» y se las envió a su propio teléfono como prueba del delito.
Al día siguiente, encaró a su hijo y le exigió que le cuente todo. De esa manera tomó conocimiento de la situación, que se animó a dar a conocer en diálogo con el Diario Popular.
«Cuando descubrí qué era lo que estaba pasando, no lo pude creer. (la imputada) Era amiga mía. Yo era amiga de su marido.
Compartíamos viajes juntos. Íbamos a comer a su casa y ellos venían también a la nuestra. Esta persona le decía a todo el mundo que quería a mi hijo como si fuera propio», expresó con enojo.
«En agosto del año pasado estaban preparando un viaje a Córdoba, donde tenían una competencia de baile. Con esa excusa, la profesora invitó a mi hijo y a otros integrantes del ballet juvenil a comer unas pizzas, jugar a la Playstation y pasar la noche en su casa, justo cuando su marido estaba de viaje. Yo jamás sospeché nada porque le tenía plena confianza», dijo.
Y agregó: «En medio de la noche, cuando algunos de los chicos dormían y otros jugaban a los videojuegos, se llevó a mi hijo a su pieza para charlar. Comenzó a contarle que estaba pasando un mal momento con su esposo y, mientras dialogaban, comenzó a hacerle masajes. Preparó todo el terreno hasta que le dijo que ella iba a ser su ‘primera vez’.».
Según Pimentel, «esa noche tuvieron sexo. A partir de ese día (la acusada) comenzó a generar distintas situaciones para que los integrantes del ballet se queden a dormir en su casa, siempre cuando no estaba su marido».
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