El sacerdote Marcelino Moya fue condenado hoy a la pena de 17 años de prisión por el abuso sexual de menores entre los años 1992 y 1997 en la localidad entrerriana de Villaguay, aunque seguirá en libertad hasta que el fallo quede firme.
El Tribunal de Juicio y Apelaciones de Concepción del Uruguay integrado por las juezas María Evangelina Bruzzo y Melisa Ríos y el juez Fabián López Mora condenó este viernes al acusado por los delitos de «promoción de la corrupción agravada y abuso sexual simple agravado en concurso real».
La causa se comenzó a investigar en junio de 2015 cuando Pablo Huck y Ernesto Frutos denunciaron haber sido víctimas de abusos de Moya cuando tenían entre 12 y 15 años y concurrían a la parroquia Santa Rosa de Lima de la ciudad de Villaguay.
Los fiscales Mauro Quirolo y Juan Manuel Pereyra y las querellas habían solicitado durante los alegatos que Moya fuese condenado a 22 años de prisión efectiva.
Mientras, la defensa del sacerdote pidió la prescripción de la causa, y en caso de no obtenerla, solicitó la absolución del sacerdote por considerar que no había suficiente evidencia testimonial para una condena.
Pero este viernes, y según la prensa local, el Tribunal no hizo lugar al planteo de la defensa y decidió condenarlo a 17 años de prisión y que permanezca en libertad bajo medidas de coerción, como por ejemplo que fije domicilio y que no salga de Entre Ríos, hasta que la sentencia quede firme.
Los fundamentos de la sentencia se darán a conocer el próximo 15 de abril.
El juicio había comenzado el pasado 20 de marzo, durante el cual se escucharon los testimonios de las víctimas y de varios testigos.
En la causa figura que una de las víctimas relató que era abusado «por lo menos dos veces por semana y durante casi dos años» y que eso ocurría «en la habitación del sacerdote, en el primer piso y cuando hacían viajes, en el vehículo del sacerdote».
Un nuevo caso
Se trata del tercer sacerdote condenado por abusar de menores en Entre Ríos. Juan Diego Escobar Gaviria en septiembre de 2017 y Justo José Ilarraz en mayo 2018 fueron sentenciados a 25 años de prisión cada uno.