Sucedió en un zoológico de Rafah, en Franja de Gaza, Palestina. Las autoridades decidieron amputarle las garras a una leona, para que los visitantes puedan jugar con ella y no corran peligro. Este hecho produjo indignación en los proteccionistas. La felina llamda Falestine, tiene 14 meses y, ante la falta de hospitales veterinarios en la zona, realizaron la operación en el propio zoológico.
Una barbaridad ya que la colocaron en una mesa con una bolsa de red en la cabeza y procedieron con la mutilación.
https://www.youtube.com/watch?v=nKrkkgD_dwU
Las declaraciones del dueño del lugar y del veterinario causaron el enojo de la gente que ama a los animales. «Lo que hicimos fue reducir la agresión de la leona para que pueda ser amigable con los visitantes», dijo Mohammed Jumaa (53) propietario del lugar al Daily Mail. Mientras que Fayez al-Haddad, el veterinario que operó a Falestine, agregó: «Las garras se cortaron para que no crecieran rápido y los visitantes y los niños pudieran jugar con ella».
Enseguida de conocida esta noticia aberrante la organización Four Paws, con sede en Boston, hizo una denuncia donde alegaron que el procedimiento fue agonizante para la leona. Las garras le fueron mutiladas con una tijera de jardín y en ese sentido expertos de la organización explicaron que el comportamiento natural del animal, como agarrar comida o escalar, ahora es casi imposible porque necesita las garras y agregaron que la amputación no se realizó en una clínica veterinaria adecuada por lo que la probabilidad de infección es alta.