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Una noche negra

Central tropezó con Libertad y seguir en la Copa pinta difícil


El Canalla cayó sin atenuantes en Paraguay y quedó en situación complicada en el Grupo H de la Copa Libertadores. Espinoza y Recalde, los autores de los goles

Duro tropiezo en Asunción. Central, que tiene más la cabeza puesta en la Superliga, donde debe sumar puntos para engrosar el promedio, no la pasó bien en su excursión a Paraguay, cayó sin atenuantes 2-0 con Libertad y quedó mal parado en busca de soñar con la clasificación a octavos de la Copa Libertadores de América.

Tras unos primeros 45 minutos donde no la pasó bien y donde lo salvó Jeremías Ledesma, en el arranque del complemento Matías Espinoza, de cabeza, puso el 1-0. Y promediando el complemento Recalde sacó un derechazo tremendo para estampar el justo 2-0. El resultado debió ser más abultado, pero la gran noche del arquero Ledesma impidió que el resultado terminara en goleada.

Rodrigo Rivero fue el protagonista de las primeras acciones de la noche. El picante mediocampista izquierdo de Libertad estuvo cerca en dos ocasiones: primero se encontró con una gran respuesta de Ledesma y luego falló en la definición.

Minutos más tarde, Antonio Bareiro cabeceó desviado desde una inmejorable posición y el mismo mediocampista remató tras un error de Becker y el balón salió muy cerca del palo derecho de Ledesma.

El asedio del Gumarelo se acentuó, y con remates desde larga distancia puso en aprietos a Ledesma, aunque la mayoría de los disparos fueron desviados.

¿Central? Fue un equipo sin ideas, que no tuvo el balón y que nunca llegó con peligro contra el arco de Silva.

Ortigoza no fue salida, Becker y Pereyra fueron muy intermitentes y siempre perdieron con Bareiro y Rivero; el pibe Villagra estuvo solo en la marca y en defensa hubo demasiadas desinteligencias. ¿Y arriba? Riaño y Zampedri pasaron desapercibidos.

Si no fuera por Ledesma –cuándo no–, Central se hubiese ido al vestuario en desventaja. Pero aún sigue con vida.

De arranque nomás golpeó Libertad en el inicio del complemento. Matías Espinoza, de cabeza, superó a Ledesma y puso el merecido 1-0.

Tres minutos más tarde, Ledesma fue clave y salvó a Central dos veces, primero un remate desde afuera del área y luego a quemarropa tras un rebote ante Martínez.

El Canalla, ya sin Caruzzo lesionado, la siguió pasando mal. Y a los 22 recibió otro mazazo. Recalde encaró, levantó la cabeza de frente al arco, nadie le salió y clavó un furibundo derechazo inatajable para Ledesma: 2-0. Y está bien.

Poco más pasó hasta el pitazo final. Sí, claro: más salvadas de Ledesma y un cierre penoso del Canalla, que se vuelve a Rosario lleno de dudas de cara a lo que se viene.