CLG recorrió la planta ubicada en la zona oeste, lindera a Pérez, y dialogó con Marina Borgatello, secretaria de Ambiente, sobre las obras que se están realizando en el lugar
Por Santiago Ceron
Basura Cero: esa fue la meta que se trazó la Municipalidad de Rosario allá por 2008. Este objetivo vino acompañado de un gran conjunto de políticas e infraestructura en materia de reciclaje y tratamiento de residuos. Ahora, once años después, todavía se intenta cumplir esa meta en una ciudad donde se producen 800 toneladas de basura por día.
Este miércoles se realizó una recorrida por el Centro Ambiental de Tratamiento de Residuos, planta que recibe una importante cantidad de los desechos generados en la ciudad. Marina Borgatello y Cecilia Álvarez, secretaria y subsecretaria de Ambiente, respectivamente, fiscalizaron los avances que se están llevando a cabo en el lugar e informaron sobre las obras que se están realizando. El objetivo de esta estructura es, mediante el reciclaje y la reutilización, reducir la cantidad de basura que va directamente hacia el relleno sanitario.
Hoy en día, en este Centro funciona una planta de compostaje, la cual se encarga de transformar residuos en compost, como su nombre lo indica. A esta planta llega la basura que no fue separada, es decir, todo lo que se arroja en los contenedores verdes que se encuentran en la vía pública.
Estos residuos atraviesan un proceso de separación, el cual divide lo orgánico de lo inorgánico, para luego generar el compost con la basura orgánica. El producto final se utiliza para abonar los espacios verdes de la ciudad. Actualmente, esta planta recibe 150 toneladas de basura por día, lo que equivale a 18 camiones de basura llenos y al 20% de los residuos que produce Rosario.
Pero, además de la planta de compostaje, también está en construcción una nueva sección del Centro: la planta de clasificación de residuos reciclables. Ésta tendrá la función de tratar los residuos que son rechazados en la producción de compost, como el nylon y otros tipos de plásticos, los cuales son separados en origen, es decir, provienen de los contenedores naranjas, centros de recepción y el servicio puerta a puerta.
La nueva planta tendrá una capacidad de procesamiento de entre 5 y 10 toneladas por hora y estará operada por 40 recuperadores informales. Esto no es ninguna novedad, ya que en la planta que actualmente está en funcionamiento trabajan 15 personas que solían «cirujear» y que ahora poseen su propia cooperativa.
El costo de la obra se estima por encima de los 50 millones de pesos y está financiada por el Promudi (Programa Municipal de Inversiones). Se estima que su construcción finalizará entre julio y agosto y tendrá el equipamiento para «recepción, descarga, clasificación y acondicionamiento de camiones de materiales reciclables». Calculan que cuando esté en funcionamiento, el Centro de Tratamiento de Residuos pasará a tratar entre el 30 y el 40% de la basura que produce la ciudad.
Pero los planes para este Centro no terminan ahí, ya que en el horizonte asoma un nuevo sector destinado a la producción de energía: la planta de biodigestión seca. Ésta generaría energía eléctrica para 2.000 hogares a partir de los gases que producen los residuos orgánicos que hoy se tratan en el Centro y tendría una capacidad de procesamiento de 250 toneladas diarias. Sólo hay dos plantas de este tipo en toda Latinoamérica. «La idea es que en cinco años esté en obras», aseguró Marina Borgatello.
La secretaria de Ambiente de la ciudad habló con CLG durante la recorrida y aseguró que los ciudadanos están muy comprometidos con la separación de residuos: «Un tercio de los rosarinos separa, es un indicador buenísimo para ciudades como Rosario».
En el Centro Ambiental de Tratamiento de Residuos trabajan 15 personas que solían ser «cirujas», pero que hoy tienen un trabajo fijo en la planta. CLG dialogó con Gabriel y Joanna, quienes contaron lo importante que fue para ellos este cambio. «Antes nos teníamos que enterrar en la basura, ahora tenemos más higiene y seguridad», aseguró Gabriel.
Mirá la #EntrevistaCLG completa con Marina Borgattello y los trabajadores de la planta: