CLG dialogó con Daniela Aza, impulsora de la iniciativa #QuieroProbadoresAccesibles. El mensaje tuvo una repercusión increíble. Conocé su historia
Por Emilia Ottogalli
Hace poco más de una semana, el Senado de la Nación votó la media sanción para la Ley de Talles, y de ahí surgió una campaña que copó las redes. En esta ocasión lo que se pide son probadores accesibles para las personas con discapacidad. La posibilidad de acceder a cualquier local, de elegir, probarse y decidir qué es lo que se quiere comprar aparece como premisa fundamental de este nuevo movimiento.
CLG dialogó con Daniela Aza, creadora de la campaña #QuieroProbadoresAccesibles.
Daniela tiene 34 años, es comunicadora y utiliza sus redes sociales (@Shine BrightAMC) para contar su historia. Tiene Artrogriposis Múltiple Congénita. Esta enfermedad es una de las consideradas «raras», ya que se da un caso cada 3.000 personas. A través de sus redes y a partir de su experiencia, Dani comenzó con esta iniciativa que se volvió viral.
«Lo de la Ley de Talles fue algo muy positivo, no puedo dejar de reconocerlo. Yo vi toda esa movida y dije: ‘¿por qué no hacer una reflexión sobre la necesidad que tenemos las personas con discapacidad de tener probadores accesibles?‘». Y así comenzó todo.
https://www.instagram.com/p/BvaAjF6hJNL/
Dani tiene secuelas por la AMC, pero puede caminar y movilizarse sin ningún tipo de ayuda, eso la hizo pensar: «Si a mí me cuesta, me imagino una persona con muletas o en silla de ruedas, ¿cómo hacen?». «Más allá de que existen locales de ropa adaptada, ese derecho que tenemos todos, el de acceder a los productos y a elegir las marcas, debe ser posible en más lugares», sostuvo. En este contexto, ella vio la oportunidad de comunicar este mensaje y no la desaprovechó: «Al fin y al cabo es lo mismo, aceptar los cuerpos y la diversidad».
«Las mujeres con discapacidad también compramos ropa», publicó en Instagram y el mensaje no pudo llegar de manera más clara. «Llegó con mi propia experiencia», aclaró. Entonces, recordó: «Cuando mi mamá me llevaba a comprar cuando yo era chiquita, hacía malabares para encontrar un lugar donde yo pudiera estar cómoda». «Eran pocos los comercios en ese momento y siguen siendo pocos después de muchos años», destacó.
Sus palabras movilizaron, repercutieron y tuvieron un eco que ni ella esperaba. «Fue increíble», aseguró. Así, se refirió al objetivo de todo esto: «Yo lo que quiero es concientizar. Yo sé que esto es un cambio que no se da de un día para el otro, pero al menos que sirva para poner en agenda que las personas con discapacidad también vamos a comprar ropa, nos gusta elegir y salir».
https://www.instagram.com/p/BvblPg2B61y/
Según relató, recibe mensajes privados de personas diciendo: «La verdad que no lo había pensado nunca, yo siempre me quejo de los probadores pero nunca había pensado en las personas con discapacidad». Pero también le llegan algunos de personas con discapacidad que le cuentan «que no se les había ocurrido hacer el pedido».
«Esto va a seguir, es eterna la campaña. Mientras le sirva a alguien, va a seguir», dijo orgullosa. Para ella, es fundamental «mostrar la discapacidad sin tabúes, sin prejuicios». Destacar una y otra vez que «la persona con discapacidad va a los shoppings y se maquilla como cualquier otra persona» y dar de baja «muchos mitos que existen todavía».
Dani hace un énfasis particular en recordar que «todos brillamos a nuestra manera». De ahí el nombre de sus redes «Shine Bright», que en inglés significa «resplandecer». En este sentido, resaltó: «Hasta que no toca y no vivís una discapacidad, cuesta. Por eso la responsabilidad que tenemos las personas con discapacidad de hablar».
«Está la necesidad de visibilizar, que salgamos y reclamemos, como lo hace todo el mundo», profundizó. Y sintetizó: «La responsabilidad de contar y si tenés alguna duda, preguntame, no me ofendo. No está mal que se pregunte, porque nadie tiene por qué saber cómo es una discapacidad, pero si se cuenta la gente posiblemente lo llegue a conocer».
Diagnóstico no es destino
https://www.instagram.com/p/BuriJK4BQTF/
Daniela tiene Artrogriposis Múltiple Congénita, «una condición que afecta las articulaciones». «Nosotros tenemos las extremidades como curvadas, dobladas hacia adentro», explicó. Y prosiguió: «Al ser rara, no se conoce mucho. Yo nací con esto, no sabían que tenía esta condición hasta varios meses después. No se conocía, los médicos tuvieron que bajar los libros para ver qué era lo que pasaba conmigo».
Cuando aún era muy pequeña, el primer diagnóstico que le dieron a sus padres «fue que no iba a poder caminar y que no iba a poder tener una vida autónoma». Pero su realidad fue otra, «de ahí que el diagnóstico no es destino, porque no se cumplió». Para poder torcer ese presagio, tuvo que pasar por «muchas operaciones, rehabilitación y tratamientos». «Fui avanzando, haciendo todo a mi ritmo y bajo mis posibilidades», contó.
A pesar de que ella tuvo el apoyo incondicional de su familia, cosa que agradece profundamente, señaló: «El entorno nunca te va a ayudar, lamentablemente es así, nunca ayuda». Con su familia de su parte, pudo salir adelante y consideró: «Hay mucho de actitud, que no es todo, pero es gran parte».
«Siento que es mi responsabilidad contar, no dejar que esto se vaya conmigo. Que esto quede, que alguien pueda nutrirse de lo que vos lograste, que se contagie», reflexionó. Y concluyó: «Si yo pude hacerlo, por qué no lo va a hacer otro. Que un nene vea que un adulto con discapacidad es autónomo ya le cambia la cabeza«.