“Hace dos años, que te arrancaron de este mundo, que te arrancaron de nuestras vidas y que te extrañamos mucho”, Yuyo García, papá de Micaela, escribió una emotiva carta para su hija luego de transcurridos 2 años de aquél fatídico momento que conmocionó a todos.
El crimen de Micaela García conmocionó a todo el país. Tenía 21 años y militaba por los derechos de las mujeres y contra la violencia de género; había nacido en Concepción del Uruguay, aunque vivía en Gualeguay, donde cursaba el profesorado universitario de Educación Física.
La joven había desapareció el 1° de abril de 2017 y una semana después encontraron su cuerpo debajo de un árbol, ubicado en un campo denominado Seis Robles, a 2,5 kilómetros de la Ruta 12. El hallazgo estuvo a cargo de un equipo policial que formó parte del operativo de más de doscientos efectivos que se dedicó durante toda la semana al rastrillaje de las zonas de campo, aunque luego dijeron que fue un baqueano el que logró dar con el cuerpo de Micaela.
Por el hecho fueron apresados Sebastián Wagner, quien confesó haber violado a la joven y fue condenado a cadena perpetua, y Néstor Pavón, quien se declaró inocente y dijo que lo único que hizo fue prestarle el auto a Wagner, pero quien según Wagner también violó y fue quien ahorcó a Micaela García.
En diciembre del 2018 se aprobó la creación de un “Programa Nacional Permanente de Capacitación Institucional en Género y Violencia contra las Mujeres”, bautizado “ley Micaela García”, en homenaje a la joven de 21 años asesinada en Gueleguay.
A continuación el recuerdo de Yuyo García
Hola Mica.
Hoy costó arrancar, hace dos años que pensábamos verte regresando de tu primera semana, de tu último año de estudios en la UADER de Gualeguay. Hace dos años, que te arrancaron de este mundo, que te arrancaron de nuestras vidas y que te extrañamos mucho. Desde donde estés estas cambiando la sociedad como soñaste. Hoy te voy a subir el video de una canción que Pablo Chihade te compuso el mismo 8 de abril de 2017, a las pocas horas de que se encontró tu cuerpo sin vida. Creo que fue su hermana Laura, la que me la envió cuando todavía no habíamos salido a la ruta para dejar Gualeguay. La escuchamos llorando en el viaje que nos traía a casa. Te quiero y te extraño mucho, hoy más que otros días.