La activista sueca ha criticado que sea necesaria una huelga estudiantil para protestar por el calentamiento global.
“Vivimos en un mundo extraño, en el que los niños deben sacrificar su educación para protestar contra la destrucción de su futuro”. Esta es una de las poderosas ideas que se repiten de manera constante en el discurso de Greta Thunberg (Suecia, 2003). La activista nunca ha entendido que un puñado de jóvenes -cada vez más más numeroso y transversal, por cierto- tenga que dejar de asistir a clase para reivindicar la acción conjunta de los gobiernos en la lucha contra el cambio climático y el cumplimiento del Acuerdo de París. El pasado sábado, en el marco de la gala ‘Goldene Kamera 2019’, esta idea pudo escucharse una vez más: en los premios anuales de la televisión alemana, Thunberg fue galardonada por su acción en la protección del clima, según informó Vogue.
Al subir al escenario, la adolescente hizo que sus palabras resonaran, en un inglés perfecto, con la contundencia y la serenidad habitual en sus discursos. Agradeció sus esfuerzos a aquellos que luchan por mantener los combustibles fósiles bajo tierra y elevó una vez más su llamada de emergencia a los políticos ante la crisis climática. “La ciencia nos dice que estamos a unos 11 años de provocar una reacción en cadena irreversible, que escapará con creces al control de los seres humanos y que probablemente será el final de nuestra civilización tal y como la conocemos”, señaló.
Ante una audiencia entusiasmada que aplaudía casi al final de cada frase, Thunberg continuó: “Los políticos dicen que es demasiado caro salvar el mundo mientras se gastan trillones en subsidios a la industria de los combustibles fósiles […] Pensamos que podemos comprar y fabricar un camino que nos saque de una crisis que ha sido provocada, precisamente, por la fabricación y la compra de cosas”. Por último, la joven hizo una apelación al poder de los personajes públicos y las celebridades, una categoría en la que entraban muchos de los rostros allí presentes, para convertir “individuos en movimientos” y así, entre todos, abordar la titánica tarea de evitar el colapso del clima y defender este mundo «tan extraño», el único que tenemos: “Estamos fallando, pero todavía no hemos fallado del todo. Todavía hay tiempo para arreglar esto. Depende de nosotros”.