El partido del presidente Recep Tayyip Erdogan se consolidó este domingo con comodidad como la primera fuerza de Turquía en las elecciones municipales, pero perdió la capital, Ankara, y disputaba Estambul, la segunda ciudad del país, según el escrutinio parcial.
Con alrededor de 92% de los votos escrutados a nivel nacional, la gran novedad de esta elección es la capital del país, en donde el candidato de la principal fuerza opositora, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), se imponía con 50,62% de los votos, no muy lejos del oficialismo que alcanzaba un 47,20%.
A nivel nacional, en cambio, la ventaja del oficialista Justicia y Desarrollo (AKP) era muy clara: 51,74% de los votos frente al 37,64% del CHP, según cifras oficiales, publicadas en el portal del diario local Hurriyet.
La jornada electoral transcurrió en relativa tranquilidad en todo el país, excepto en la ciudad de Malatya, en el este del país, donde dos opositores murieron acribillados en choques con simpatizantes oficialistas, y en Diyabakir y Mardin en el sureste del país, de mayoría kurda, donde enfrentamientos entre votantes dejaron varios heridos.
Tras una intensa campaña en la que el propio presidente calificó como de «importancia existencial» para el país, la participación superó el 82%, según Hurriyet, por lo que cerca de 47 millones de turcos votaron para elegir alcaldes y otras autoridades municipales en todas las ciudades del país.
En 30 de estas ciudades, las autoridades municipales gobiernan sobre prácticamente toda la provincia, por lo que el peso político de estos funcionarios a nivel nacional es importante para la construcción política del gobierno de Erdogan.