Desde hace cuatro años, todos los mediodías un grupo de voluntarios sirve alrededor de 400 porciones de comida. "Muchos días nos hemos quedado cortos porque viene más gente de la habitual", afirmaron en diálogo a CLG.
Por Diego Carballido
El comedor y centro cultural Dorita se convirtió en un punto de referencia en el barrio Sarmiento, en la zona de Sorrento y Travesia. Desde hace cuatro años, un grupo de voluntarios sostiene un espacio que intenta hacer frente a las necesidades de muchas familias del barrio. Facundo Vijande, uno de los responsables, en dialogó con CLG advirtió: «La situación es crítica, como pasa en muchos comedores comunitarios».
Según Vijande, el espacio se sostiene gracias a las donaciones y los aportes de los voluntarios y colaboradores que ofrecen su ayuda desinteresada. Sin embargo, «en el último tiempo ha bajado mucho la cantidad de donaciones», y agregó: «Estamos trabajando con un stock mínimo de mercadería que por el momento nos permite seguir funcionando».
Además Vijande contó que «antes ayudábamos a 11 instituciones similares a nosotros y compartíamos nuestras donaciones con otros espacios que no tenían las mismas posibilidades”. «Pero es claro que los coletazos de la crisis hacen mella en el comedor Dorita y debido a la merma en las donaciones tuvimos que, por el momento, suspender esa actividad», recalcó.
Todos los mediodías se sirven en este espacio de barrio Sarmiento unas 400 porciones de comida. Si bien es lo establecido de acuerdo a la cantidad de gente que se acerca, en el último tiempo. «Muchos días nos hemos quedado corto porque viene más gente de la habitual», sostuvo Vijande.
Dorita es un comedor pero también es un centro cultural donde funciona talleres para jóvenes y adolescentes donde reciben contención y ayuda en temas como prevención de adicciones. También hay apoyo escolar para niños y en abril está prevista abrir un jardín de 3 años. «Un espacio para los chicos que no van a ninguna escuela» detalló Vijande.
A la hora de describir cuál es el principal de los problemas que hoy atraviesan los asistentes al comedor, Vijande no dudo en decir que es «la falta de trabajo», y agregó: «La mayoría de los habitantes de estos barrios dependen de trabajos informales, con changas, y con la crisis se han quedado sin posibilidades»
A Dorita concurren familias mayormente de la zona de Travesía y Sorrento, pero Vijande aclaró «a veces, hay gente que viene desde Parque Casas y de barrio Toba».
Para colaborar con este espacio, los interesados se pueden comunicar al: 341 -5988897
Comedor y centro cultural Dorita muy pronto cumplirá 3 años y desde que se inicio el proyecto siempre fue pensado como un espacio donde no solo se le suministra un plato de comida a los vecinos, sino también se les brindaran actividades para que en algún momento puedan dejar de venir.
Por suerte este proyecto está encaminado, ya que estamos cocinando 400 porciones de comida 4 días a la semana y pronto arrancara el año con muchísimos talleres y actividades, con un roperito a plena actividad, con duchas para gente en situación de calle y mucho mas.
Pero también el proyecto era ser un centro de almacenamiento y distribución de mercaderías e insumos, básicamente compartir materia primas con instituciones como la nuestra.
Hasta el año pasado podíamos ayudar y gracias a todos ustedes a 11 instituciones, en algunas eramos los únicos aportantes y dependían exclusivamente de nosotros.
Lamentablemente debido a que casi no tenemos mercaderías para nosotros tenemos que dejar temporalmente de ayudar a nuestros amigos y colegas, algunos de ellos tendrán que cerrar dejando a cientos de familias sin su plato de comida.
Esperemos pronto y con la ayuda de todos ustedes podamos revertir esto, con el aporte que recibimos del Estado, a partir de enero es de $9.000 sólo cubrimos parcialmente el alquiler de nuestra propiedad.
Lo demás es todo promesa incumplida.. no sólo a nosotros sino a nuestros amigos.