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Cribioli recordó a Alfonsín: «Sin él, la democracia no hubiera sido posible»


El dirigente radical Pablo Cribioli, quien fue presidente del Concejo Municipal y vicepresidente de la Cámara de Diputados, recordó al ex presidente Raúl Alfonsín, a diez años de su paso a la inmortalidad. En diálogo con CLG, destacó sus enormes valores humanos y sus principios como hombre de la política, que llevaron a que hoy en día se lo conozca como “el padre de la democracia”. Además, hizo referencia a las diferencias con los funcionarios actuales y consideró que la alianza con el PRO en Cambiemos fue “el máximo error de la Unión Cívica Radical (UCR)”.

“Lo recuerdo todos los días con un enorme cariño y con el respeto que merece un ex presidente que fue un patriota, que hasta el último minuto de su vida pensó en su país y que la herramienta o el instrumento válido para fortalecer las instituciones era la política”, comenzó Cribioli.

El ex concejal supo tener una cercana relación con Alfonsín, al que rememoró con mucho respeto y emoción: “Honró la política y su cargo como presidente. Merecidamente, hoy se lo llama ‘el padre de la democracia’. Fue el que dio el puntapié inicial para no volver a una etapa, que dejamos atrás definitivamente”.

Raúl Ricardo Alfonsín asumió la presidencia de la Nación en 1983, tras la época más oscura que recuerda la Argentina: la dictadura militar. Por eso, es un símbolo incuestionable de la democracia, no sólo para sus compañeros radicales, sino para representantes de todos los colores políticos. El ex presidente además era un hombre muy culto, con quien –según recuerda Cribioli- «se podía hablar de sociología, de cultura, de filosofía».

“Tenía todas las características de un político, con el estilo de los políticos de antes, pero moderno. Era un hombre que permanentemente trabajaba y consultaba a los jóvenes, porque entendía su importancia y vitalidad en el proceso político y en las instituciones. Por su formación como radical y su ideología socialdemócrata, ejerció la política de manera ejemplar con la ética de la solidaridad y con una moral que hoy no la discute nadie”, describió Cribioli a Alfonsín, por quien además, dejó entrever, siente una profunda admiración.

El dirigente radical rememoró momentos claves de la historia que compartió con él, como “aquel acto inolvidable en el Monumento a la Bandera, el discurso histórico a pocas horas de las elecciones, las visitas a Casa de Gobierno cuando era presidente y algunas reuniones más íntimas en su departamento y oficina de calle Santa Fe”.

Alfonsín fue un hombre que llevó el diálogo como bandera y por eso, “también lo recuerdan con mucho afecto y con un gran reconocimiento aquellos que no son radicales”.

Siempre repetía que la política era diálogo, que si no había diálogo había violencia. Él en su gobierno creó el Consejo para la Consolidación de la Democracia”, expresó Cribioli. Y explicó: “Consistía en un grupo de hombres de distintos colores políticos e ideologías. Fue en aquella primera etapa del 83 al 89, cuando todavía los militares le suspiraban en la nuca, que él creía que había que convocar a todo el mundo. En los momentos neurálgicos, hay que reconocer, más allá de las chicanas y los enfrentamientos políticos, que cuando se convocó a los demás partidos, todos respondieron. El peronismo, por ejemplo estuvo muy cerca de Alfonsín en los momentos más críticos, como en Semana Santa. Y recordemos también la entrañable amistad que tenían él con Estévez Boero. Por citar solo dos ejemplos”.

Para cerrar el relato sobre su recuerdo y el momento histórico que compartieron, Cribioli usa palabras simples, pero contundentes: “Era un tipazo, tenía carisma, era simpático y cabrón cuando tenía que serlo. Amaba la política y sobre todo, amaba a su país».

“Le dio mucho a la Argentina y tuvimos que esperar un tiempo para que fuera reconocido como merecía. Sin él la democracia, en sus primeros seis años, no hubiera sido posible. Él era el hombre indicado para ese momento”, concluyó.

La UCR extraña a Alfonsín

“Hoy, los radicales lo extrañamos y lo necesitamos mucho, ante tanta mediocridad dirigencial que hay en la UCR, de parte de la mayoría de sus integrantes. El partido está en franca decadencia, ha sufrido un deterioro muy grande”, analizó Cribioli sobre la situación actual del radicalismo.

En la misma línea habló sobre los factores y las situaciones que cree que han llevado a este estado del partido. “Es cierto que le ha costado mucho desde el 2001 y luego del fracaso del gobierno de De la Rúa. Pero más allá de eso y lo que hubo que remontar, creo que el máximo error se cometió en Gualeguaychú, cuando se decidió el frente con Cambiemos, que en realidad fue un acuerdo entre Macri y algunos dirigentes de la UCR, nada más”, aseveró.

“Entraron en la sociedad en forma minoritaria y han pagado un costo muy caro ellos, pero fundamentalmente le han hecho pagar un costo muy caro al partido y al país”, añadió.

Además, Cribioli se refirió a una charla que tuvo con Alfonsín durante la presidencia de Carlos Menem y de las grandes preocupaciones que lo aquejaban en ese entonces, que lamentablemente se ven reflejadas en la política actual. “Tenía una gran preocupación: que el Estado se quedara sin las herramientas fundamentales. ¿Y cuáles eran esas herramientas fundamentales? Obviamente, aquellas empresas que él pensaba que tenían que ser palanca para hacer funcionar y desarrollar el país, la energía, la electricidad, el petróleo, el transporte. Él veía con peligro que el Estado, durante el gobierno de Menem, había hecho un desquicio con las privatizaciones”, contó.

“Me acuerdo de eso porque hoy estamos viendo cómo, sin poder manejar las palancas fundamentales, el pueblo argentino está sufriendo y viviendo momentos muy duros a raíz de los tarifazos, de los aumentos desmedidos, de la falta de control. El Estado tiene que estar presente y reservarse algunos instrumentos fundamentales”, finalizó.