Política y Economía

#EntrevistaCLG

Susana Rueda: «Cuando una pisa la tierra empieza a ver lo que de verdad hace falta»


La segunda parte del extenso mano a mano de CLG con la precandidata a concejala por el FPCyS. Sus motivaciones, sus pensamientos y la revolución de las mujeres

Por Gina Verona Muzzio

En la segunda parte de una extensa entrevista con CLG, la precandidata a concejala del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS), Susana Rueda, no sólo habló de las propuestas y proyectos para Rosario y de la situación política y económica actual, que la llevó a tomar la decisión de dejar de lado su carrera periodística para ser candidata, sino que también ahondó en sus convicciones políticas, en la militancia universitaria, en su historia familiar y en el gran movimiento de mujeres, vigente hoy más que nunca.

Rueda afirma haber padecido la dictadura en su adolescencia. Quizás fue en ese momento cuando comenzó a darse cuenta de la importancia de participar activamente como ciudadana en la democracia y al comenzar sus estudios en la universidad, empezó a militar. “Yo militaba en el peronismo. Cuando empezás a trabajar, militás ideológicamente. Soy una militante del federalismo. Ideológicamente soy progresista y federal”, expresó. Y agregó: “Por eso estoy muy enojada con la gestión del gobierno de Cristina, a quien voté. Ninguneó a la provincia de Santa Fe. Eso tuvo repercusiones nefastas para todos los santafesinos y los rosarinos”.

La comunicadora consideró que “todos somos sujetos políticos”, hasta en las decisiones cotidianas de elegir dónde ir a comprar. Y contó que al conocerse la noticia de su candidatura, mucha gente afirmó en las redes sociales que dejaría de seguirla, por el simple hecho de “dedicarse a la política”. “Yo pregunto: ¿quiénes creen que son los encargados de resolver los problemas de la gente? Los políticos, no los periodistas. Los médicos pueden resolver problemas relacionados a la salud, los periodistas a la comunicación, pero no los problemas políticos y económicos que tiene la gente. Entonces el único lugar para tratar de ayudar a resolver los problemas de la gente es acceder a alguno de los poderes del Estado”, explicó.

Su carrera periodística comenzó como movilera. Recorría barrios y distintos lugares de la ciudad, donde la noticia lo requiriera. Luego pasó al piso y llegó a tener su propio programa, que conducía y producía. Sin embargo, con el tiempo volvió a sentir la necesidad de “volver a pisar la tierra, de transitar el territorio». “Ahí es donde empezás a ver qué es lo que hace falta”, indicó.

La revolución de las mujeres

En relación a recorrer los barrios y ver lo que realmente se necesita, hizo referencia, por ejemplo, a las mujeres que participan de los talleres de Nueva Oportunidad. “Las chicas que están aprendiendo en los talleres van con sus chicos. He estado en cooperativas de costura, por ejemplo, y las madres están cosiendo, con sus chicos al lado. Me parece que es imprescindible implementar centros de cuidados, porque no podemos decirles a las mujeres en esta revolución permanente ‘sean independientes económicamente, libérense de la violencia, empodérense’ y después no darles alternativas donde puedan dejar a sus chicos bien cuidados”, analizó. Y afirmó que ese es un tema en el que trabajará si resulta electa concejala. “Tiene que ver con la seguridad, con que puedan tener a sus hijos al resguardo mientras ellas se buscan un futuro diferente”, dijo.

En la misma sintonía, al ser consultada por CLG sobre qué importancia cree que tiene que gran parte de las listas para estas elecciones estén integradas o encabezadas por mujeres, incluyendo la suya, la precandidata a concejala del FPCyS esgrimió: “Tiene que ver con la lucha y con la apertura de espacios”. Y añadió: “No olvidemos que en la provincia de Santa Fe y en la ciudad de Rosario fuimos pioneras con eso. La política progresista parte también de la igualdad de derechos y de la inclusión de la diversidad. Entonces acá en Rosario tenemos muchísimos espacios para eso, por eso también tenemos una intendenta mujer desde hace años”.

“Sería un síntoma de avance notable o de repercusión importante de esta revolución permanente que una mujer le entregue la Municipalidad o la intendencia a otra mujer. Por eso yo estoy con Vero (Irizar, precandidata a intendenta), porque me parece que es una persona absolutamente capacitada. Es un cuadro técnico y tiene una calidad humana que le va a permitir ser una intendenta brillante en la ciudad de Rosario. Me parece que el hecho de que sea la única candidata mujer y que en las listas haya muchas mujeres tiene que ver con esto de la revolución permanente”, expresó.

Rueda argumentó que cada mujer milita el feminismo a su manera y, desde su lugar en el mundo. “Cada una desde su lugar va construyendo una sociedad diferente”, sostuvo, al tiempo que dijo que ella también lo militó siempre desde el periodismo: “La comunicación no es social si no hay mujeres en los medios de comunicación, con poder y con opinión. Tampoco podemos tener una sociedad justa si no igualamos los derechos de las mujeres también en la política”.

Rosario es su lugar, Granada su sangre

Para concluir, también habló desde lo personal. Manifestó que disfruta mucho comer asados con sus hijos, las reuniones familiares y hacer ejercicio. “Hacer actividad física te mejora la vida, el ánimo. Hoy estoy de buen humor porque pude ir al gimnasio”, bromeó. Y destacó “el empoderamiento de los espacios verdes” y la creación de la Calle Recreativa, como políticas que proponen el buen impacto que tiene la actividad física en la calidad de vida de las personas y cómo las políticas públicas en la ciudad apuntan a eso.

La precandidata a concejala no duda en aseverar que Rosario es su ciudad, a la que apuesta y elige para vivir y construir. Sin embargo, al ser consultada sobre algún otro lugar del mundo en el que le gustaría asentarse, Rueda se refirió a Granada, el pueblo de sus antepasados. “Viajé hace tres años a conocer el pueblo de mi abuelo. Es muy impactante llegar a un lugar del que tu abuelo se fue cuando tenía 15 años y no volvió nunca más”, relató con notable emoción. Pero también recordó con alegría: “Fue muy gracioso porque llegamos al pueblo, que está a 30 kilómetros de Granada, y había un grupo de viejitos en la plaza sentados cruzados de brazos. Es un pueblo que tiene 2.500 habitantes, yo les dije que había ido a conocer el pueblo de mi abuelo. Me miraban porque tenía un sombrero, era la una del mediodía, el sol de Andalucía que rajaba la tierra. ‘Yo soy Rueda de apellido’. Y me miraron y me dijeron: ‘Él es Rueda, la señora del bar es Rueda’. ‘La esposa de él es Rueda, hay 800 Rueda en el pueblo’. Era el pueblo donde estaba mi sangre. Para mí, estar en Granada es como sentir el latido de la sangre. Es una ciudad maravillosa”.